Mesut Özil anunció este domingo su renuncia de la Selección de Alemania luego que sea víctima de "racismo" por tomarse una foto con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
"Con mucho dolor y después de muchas consideraciones sobre lo acontecido, no seguiré jugando para la selección alemana mientras tenga este sentimiento de racismo e irrespeto", señaló en un largo comunicado publicado en Twitter el jugador de origen turco.
De inemediato, los ojos fueron sobre la Federacción Alemana que no se quedó callada y este lunes emitió un comunicado tras la dura acusación del volante del Arsenal.
"Rechazamos categóricamente que la DFB esté asociada al racismo", aseguró la misma, cuyo presidente Reinhard Grindel fue acusado por el campeón del mundo de 2014 de origen turco.
Özil se sintió atacado y explicó sus razones en su cuenta de Twitter, aduciendo que "como mucha gente, mis raíces van más allá de un país. He crecido en Alemania, pero mi historia familiar tiene sus raíces sólidamente arraigadas en Turquía. Tengo dos corazones, uno alemán y otro turco"
"Soy consciente de que la foto provocó grandes reacciones en los medios alemanes, pero a pesar de que algunas personas pueden acusarme de mentir o ser deshonesto, la foto no tenía ninguna intención política", señaló el futbolista de 29 años.