Lautaro Martínez es la estrella argentina del momento. Barcelona lo tienen en sus planes para convertirlo en su nuevo goleador, mientras que el Inter de Milán lo quiere una temporada más. Desde Racing, festejan la posibilidad de la transacción por los millones que entrarían al club, pero no sería el único beneficiado.
Liniers de Bahía Blanca no para de realizar obras desde la venta de su ‘hijo prediclecto’. Desde que el ‘Toro’ fue vendido a Italia, ya han invertido cerca de 50 millones de pesos y le cambiaron la cara a la institución.
“El proyecto más ambicioso es crear el Instituto Liniers con jardín, primario y secundario”, explica presidente Carlos Pablo a Clarín. “Lautaro está al tanto de todo lo que hacemos. Se comunica con nosotros todas las semanas, nos pide que le mandemos fotos de las obras”.
El principal ingreso se dio por la venta de Lautaro de Racing a Inter. Liniers tenía el 20 por ciento del pase y cuenta Carlos Pablo que aguantó hasta el final las ofertas para quedarse con un porcentaje alto y que les corresponda.
Martínez fue vendido por 14 millones de dólares más otros 7 en tanto se fueran cumpliendo las variables. Así, Liniers recibió 2.500.000 dólares y le entrarían otros 400 mil euros si el Inter logra clasificar a la próxima Champions League. La suma total es cercana a los 3 millones de dólares.
“Al momento de convertir el dinero ya estábamos perdiendo, así que decidimos hacer la mayor cantidad de obras posibles. Incluso tenemos muchas que ya están pagas pero aún no comenzaron porque no nos llegaron los materiales”, dice el mandamás de Liniers de Bahía Blanca.
Carlos Pablo, el presidente, puede mencionar todas las obras que lograron con el dinero de la venta:. “Construimos un gimnasio en la sede de Avenida Alem y le pusimos el nombre Agustín Bouzat porque lo hicimos con el dinero que nos ingresó cuando Vélez le compró a Boca el pase del Chiqui, de quien teníamos el 40 por ciento. Pintamos todo. Le pusimos techos e iluminamos la cancha principal y la secundaria de básquet, y colocamos el piso y cerramos la tercera, donde habitualmente se practica voley. Mejoramos el sector de piletas y cerramos y techamos la cancha de 8 de fútbol sintético. También ahí en la sede tenemos la cancha de fútbol donde jugamos de local: le pusimos iluminación LED aptas paralas transmisiones, mínimo, de Primera B Nacional, hicimos los vestuarios nuevos, compramos una manga y un tractor de última generación para el césped”.
Al complejo Oscar Zibecchi también le cambiaron la cara. “Levantamos el pórtico de entrada que parece algo menor, pero que tiene un valor de 2 millones de pesos. En el predio tenemos 16 canchas. Le pusimos riego automático a la número 1 y la número 3, que son las que utilizamos para jugar los partidos de las inferiores. Hicimos a nuevo los vestuarios locales, visitantes y de los árbitros, uno para damas y otro para caballeros. Construimos un estacionamiento para 600 autos, salas para los profesores y una cantina. Iluminamos un par de canchas. Y ahora, por la pandemia, tuvimos que parar la obra de dos canchas sintéticas de 11, con vestuarios e iluminación LED, que tiene un valor cercano a los 28 millones de pesos”, comenta Pablo en conversación con Clarín.
“Lauti es un jugador bárbaro, pero nosotros acá sabemos que además es un chico excepcional. Siempre está pendiente de su club”, asegura Pablo. Y revela: “Si lo venden en 100 millones de euros, nos va a entrar la misma cantidad de dinero que cuando se fue a Inter”.
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