Poco a poco se van conociendo más detalles de la partida de Diego Armando Maradona, quien falleció el miércoles tras sufrir un paro respiratorio en su casa de Tigres, en la periferia de Buenos Aires, donde se venía recuperando de una operación en la cabeza que se había sometido hace dos semanas. Y precisamente lo último en salir a la luz es qué había en la habitación del ‘Pelusa’.
Según la agencia de noticias ‘Telam’, en el cuarto estaban aún los sándwiches de pan de molde que la noche anterior le habían dejado a Maradona para que cenara y que no había probado.
También había varias cajas de medicamentos contra la acidez estomacal como Reliveran o Taural. Ambos le habrían sido recetados y se descarta en principio que tuvieran que ver con su muerte.
Según relata Luis Ventura, periodista argentino muy cercano a Maradona, en declaraciones recogidas por la ‘Gazzeta’, “a Maradona no le quedaba casi nada en su cuenta bancaria. Murió pobre”.
“Le robaron casi todo, él regaló el resto”, apuntó Ventura, que detalló que el Pelusa vivía de su sueldo como técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata.
Los restos de Diego Maradona fueron sepultados ayer en un cementerio de la periferia de Buenos Aires tras la multitudinaria y caótica despedida que miles de argentinos dieron al máximo astro del fútbol argentino.
Maradona fue sepultado en el cementerio Jardín Bella Vista, a unos 40 kilómetros de la capital argentina y donde ya estaban enterrados sus padres, Diego Maradona y Dalma Salvadora Franco, conocidos popularmente como Don Diego y Doña Tota, que fallecieron en el 2015 y el 2011, respectivamente.
Contenido GEC