Las alegrías continúan llegando para Luis Suárez, el delantero del Gremio, después de jugar su último partido para el equipo en el Maracaná de Río de Janeiro, donde anotó dos goles en la victoria por 3-2 sobre Fluminense en la última jornada del Brasileirao. Un día después, este jueves 7 de diciembre, el uruguayo fue galardonado con la prestigiosa Bola de Oro, que reconoce al mejor jugador del Campeonato Brasileño. Aunque visiblemente emocionado, el futbolista recibió una ovación y dedicó el premio a su familia.
En una emocionante jornada para el ‘Pistolero’, Suárez también se alzó con la distinción del mejor delantero por anotar un total de 17 goles en la liga, lo que lo convirtió en un factor determinante para llevar a su equipo a la segunda posición en la clasificación del torneo. Hay que tener en cuenta que los premios son entregados por la cadena ESPN.
Durante la entrega de la Bola de Oro, el atacante expresó que, a pesar de su edad, esta ha sido una de las temporadas con mayor número de compromisos disputados. También, visiblemente conmovido y al borde de las lágrimas, dedicó el distintivo a sus seres queridos, mientras los asistentes lo ovacionaban con aplausos.
“Con casi 37 años, ha sido el año que más partidos he jugado en mi carrera, en el que he pasado más tiempo lejos de mi mujer y de mis hijos. El premio es para ellos”, manifestó Suárez en un discurso.
De esta manera, el charrúa se despide de Gremio, dejando una huella impresionante en términos estadísticos. En su conjunto, de 53 partidos jugados, logró marcar 26 tantos y ofrecer 17 asistencias. En lo que sigue, el delantero tiene un destino claro en la MLS. Se prevé que firme un contrato por un año con la posibilidad de extenderlo por otro en el Inter Miami, dónde juega su amigo Lionel Messi.
Luis Suárez vive un calvario por su rodilla
Hace unos días, Luis Suárez conversó en exclusiva con 100% Deporte de su país y reveló detalles inéditos sobre el mal que aqueja, el cual es provocado por su rodilla maltrecha. Si bien cuando lo vemos en el área sigue teniendo esa inventiva que lo llevó a convertirse en uno de los mejores delanteros del mundo y quizás el mejor futbolista de la historia de Uruguay, necesita infiltrarse para sentirse mejor.
“Lo que siento es un pinchazo constante en la rodilla. Por suerte no me genera líquido porque no podría ni moverla, pero se me traba y no la puedo ni doblar. Los días antes de cada partido me tomo tres pastillas y horas antes de jugar me inyectan un Voltarén (antiinflamatorio y analgésico). Si no, no puedo jugar. De ahí la renguera”, confesó en el programa de Radio 890 Sport.
Más allá de como se viene sintiendo físicamente, la intención de Luis Suárez es seguir jugando, pero no solo por su profesión, sino porque tiene hambre de pelear por títulos. Dicha virtud, la misma que lo ha llevado a tener un palmarés envidiable tanto a nivel de clubes como en la ‘Celeste’, está intacta.
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