Atlético de Madrid golpeó rápido y golpeó bien. Saúl Ñíguez mostró que no es necesario tener un nombre popular o ganar millones de dólares al mes para llevarse a cuatro jugadores y anotar un soberbio gol digna de una semifinal de Champions League.
Todo el Vicente Calderón se emocionó y puso de pie tras el golazo del jugador 'Colchonero', salvo Josep Guardiola. El entrenador español se había mostrado muy participativo dándolo indicaciones a sus jugadores, pidiéndoles que no pierdan de vista a los ofensivos españoles.
Pero ni el brujo más certero podría haber imaginado que la táctica que el 'Cholo' Simeone impone en el Atlético de Madrid sería dejada de lado para permitirle llevarse a cuatro jugadores bávaros y anotar el tanto que haría que el estratega español ponga una cara de pocos amigos.
El tanto le cayó como un balde de agua fría al Bayern Munich, quien había estado encimando al cuadro 'Colchonero', sobre todo con intentos de Arturo Vidal, pero el portero Oblak demostró que está en un enorme nivel y evitó la caída de su arco.
Bayern Munich debe recomponerse y tratar de emparejar el partido. La cara de Josep Guardiola debe cambiar y ser la de apoyo a sus jugadores, ya que solo así podrá transmitir la confianza que el equipo alemán necesita para sacar adelante el encuentro, que desde ya se le tornó difícil.
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(EZ)