“Su rendimiento puede ser mejor”. Ronald Koeman utilizó esas palabras para explicar que Lionel Messi no está pasando por un buen momento en el Barcelona. Y aunque horas más tarde rectificó sus declaraciones, las estadísticas recientes del crack argentino no hacen más que darle la razón al neerlandés.
Desde que el fútbol se reinicio en España tras varios meses de paralización por la pandemia del COVID-19, Messi ya no es el mismo. Como si el confinamiento le hubiese quitado sus poderes, el rosarino dejó de ser ese jugador determinante en el equipo azulgrana.
Del 13 de junio a la fecha, Lionel Messi ha jugado 17 partidos y solo ha convertido ocho goles. Lo más preocupante de sus números es que de esos ocho goles, solo la mitad han sido a través de jugada en movimiento. El resto de anotaciones llegaron por la vía del penal.
Desde el confinamiento, Messi promedia un gol de jugada cada cuatro partidos. Se trata de números inconcebibles para el argentino respecto a otras épocas. Comparando con los 17 encuentros previos al parón del fútbol, la ‘Pulga’ fue capaz de anotar 13 goles en el mismo número de encuentros.
La derrota de Barcelona ante Getafe demostró que Lionel Messi está lejos de su mejor nivel en este inicio de temporada. En cuatro partidos que lleva LaLiga, el argentino solo ha marcado una vez. Ha sido ante el Villarreal y de penal.
Más allá de goles y asistencias, las estadísticas también reflejan que Messi tira menos (3,5 tiros por partido en temporada 2019-20 frente a 3 en la actual, según datos de ‘Sofascore’), entra menos en contacto con el balón (87,4 toques por partido frente a 80,3) y da menos pases clave (2,7 por partido frente a 1,5).
Contenido GEC