Después de muchas postergaciones y especulaciones, todo indica que finalmente la UEFA se mantendrá firme en su postura de reanudar la Champions League en agosto. Semanas atrás ya dejaba entrever que mucho no le interesaba la realidad de cada país, y hubo una amenaza entre líneas a Bélgica, Países Bajos y Escocia por tratar de dar por finalizadas sus ligas. Si seguían con esas ideas, adiós a los torneos continentales.
Ese desinterés y poca empatía con las distintas realidades de cada país ha quedado en evidencia con la información que diversos medios europeos publicaron el miércoles: si hasta fines de agosto las ligas no han terminado –sometiendo a un régimen de hasta tres partidos por semana a los equipos que participan en la ‘Orejona’ y la Europa League–,la UEFA aplicará su ranking (o coeficiente) para determinar a los clasificados a las siguientes ediciones de sus competencias.
Es decir, un ‘palazo’ para los clubes que venían sosteniéndose en los primeros lugares de sus ligas, cuando ya se han disputado el 70–75% de la mayoría de ellas. Por ejemplo, el ‘campañón’ de la Real Sociedad –cuarto en LaLiga– no serviría de nada porque el Atlético, en el sexto puesto, le quitaría la plaza. Leipzig, entre los 8 mejores de la actual Champions y tercero en la Bundesliga, tampoco clasificaría –aunque todo indica que Alemania sí reanudará su torneo a tiempo–. Y en Inglaterra, se aseguraría un cupo el Arsenal... ¡que va noveno!
Solo encuentro dos explicaciones a este desmadre. Primero, que la UEFA necesita darle valor a su ranking, que hasta ahora solo sirve para determinar los bombos en la fase de grupos. Segundo, que de esta forma se asegura la presencia de los poderosos, que le darían a la Champions la expectativa y el brillo que necesita para reenganchar a los espectadores.
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