Definió de zurda y corrió a la grada ‘colchonera’ a pedir perdón. La ‘cereza’ del triunfo del Atlético de Madrid ante Liverpool en Anfield llegó a los 120 minutos por intermedio de Álvaro Morata, tantas veces resistido y cuestionado por su propia afición. El delantero, esta vez, salió desde el banquillo para asistir a Marcos Llorente en el segundo gol y sobre el final marcar el definitivo 3 a 2 con el que el equipo de Simeone avanzó a los cuartos de final de Champions League.
Y fue precisamente otro exReal Madrid, Marcos Llorente, quien le devolvió el ‘favor’ y lo habilitó tras una excelente ‘pared’, para que Morata defina de zurda al primer palo de un Adrián San Miguel que no estuvo acertado en los tantos del Atleti.
Hasta Oblak subió a celebrar el tanto que coronaba al Atlético en cuartos, en frente de una grada ‘The Kop’ que no se creía que las infinitas remontadas que siempre habían visto, esta vez se la habían infligido a ellos.
Con los aficionados marchándose de Anfield, Morata dio la última estocada, en un contraataque, saliendo victorioso el Atlético de Inglaterra y con los dos pies en cuartos de final.
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