A Lima no vendrán las figuras de la Champions League, pero sí los mejores jugadores de la . Luego de un año, el torneo de clubes llega a su fin con los dos equipos más potentes del continente enfrentándose en el Monumental. River Plate con la intención de retener el título y con la ilusión de volver a ganarlo después de 38 años.

Para eso, Jorge Jesús cuenta con un equipo lleno de estrellas e incluso se animó a sacar una conclusión. “Puede que este sea el mejor equipo que haya entrenado”, sentenció, sin antes compararlo con la primera vez que dirigió al Benfica, cuando todavía seguían Ángel Di María, Javier Saviola, Pablo Aimar y Ramires.

En la actualidad; sin embargo, puede sacar pecho de tener a Gabigol, Rafinha, Filipe Luiz, Diego Alves, pero sobre todo a quien ha dejado la cuota goleadora en los momentos más importantes: Bruno Henrique. Ya no es una joven promesa (tiene 28 años), pero sí parece haber vuelto a nacer con la camiseta del ‘Mengao’ después de haberse paseado por el fútbol europeo.

Pero antes de que el Wolfsburgo pague 4,5 millones de euros por su pase al Goias, ‘Bruninho’ –como le decían en su momento– tuvo que pelearla más de la cuenta para ser tomado en cuenta en los equipos por los que militó. Primero en el Inconfidencia FC, del fútbol amateur, fue que el ahora jugador del ‘Fla’ empezó a tener oportunidades. “A los 16 vimos que tenía talento para jugar con adultos”, dijo Ronnie Hudson, el primer entrenador que tuvo.

Lo mismo no pensó el Atletico Mineiro o América-MG, los dos equipos más populares de Minas Gerais, cuando le dijeron que no iban a contar con él para sus equipos de menores. Aun así, Bruno no perdió la confianza en si mismo, brilló en un torneo estatal conocido como la Copa Itatiaia y ahí es que llamó la atención.

El gran salto

En esa misma Copa, pero ya con la camiseta del Inconfidencia fue que ‘Bruninho’ pudo dar el gran salto a un equipo de élite. En el 2012 se coronó campeón como la principal figura del equipo y eso obligó al Cruzeiro a invitarlo, junto a su hermano, a pasar un periodo de pase con la casaca azul.

Nunca pudo brillar ahí y terminó siendo cedido al Uberlandia, luego al Itumbiara y finalmente vendido al Goias, donde sí consiguió tener pantalla para cruzar el charco, algo que logran muchos futbolistas de Brasil. Sin ser del todo un jugador que relumbraba, Bruno Henrique ya podía decir que era uno más jugando en el ‘Viejo Continente’.

Pero ni antes de irse a la Bundesliga, tampoco en Alemania y mucho menos en su regreso a Brasil (para defender la camiseta del Santos), el delantero no podía marcar la diferencia de cara al arco contrario. Su mayor cuota goleadora había sido en el 2015, cuando anotó 7 tantos en el Brasileirao, pero Jorge Jesús estaba por darle el mejor rendimiento de su carrera.

Y es que ya ni era pensado como una posible variante para la selección brasileña y defendiendo la camiseta del ‘Fla’ su vida dio un giro radical. En Rio de Janeiro ya ha anotado 15 tantos en 27 partidos disputados por la Primera División de su país, además de haber sumado otros cinco goles en la Copa Libertadores (cuatro de ellos desde cuartos de final en adelante).

‘Neymar’ era el otro

Cuando el Cruzeiro le dio la oportunidad de llegar a prueba, fue su hermano quien parecía ser el destacado delantero que podría tener futuro en la élite. “En la Copa Itatiaia me destaqué más, tenía más goles que ‘Bruninho’ e incluso me empezaron a llamar Neymar porque tenía un mechón rubio en el pelo”, cuenta Juninho, quien todavía sigue jugando fútbol amateur.

Aunque las lesiones opacaron su carrera en la profesional, Junior saca pecho por lo que ha conseguido su hermano, quien fue convocado por Tite en la fecha doble ante Perú y Colombia. “Es un gran felicidad para toda la familia”, agregó en conversación con Globo.

Hoy, Bruno Henrique está por jugar el partido más importante de su carrera. En el estadio Monumental de Lima enfrentará a River Plate por la final de la Copa Libertadores y no puede negar que “está algo ansioso”. Obvio, levantar el trofeo continental más deseado por todos en América no es algo que suceda todos los días.