El clásico de Porto Alegre, entre Gremio e Internacional, quedó el jueves igualado 0-0 y empañado por una batalla campal con saldo de ocho expulsados, cuatro por bando, en la Copa Libertadores.
Una fricción menor a los 88 minutos bastó para encender la trifulca entre los dos rivales brasileños en la Arena do Gremio, en la ciudad meridional de Porto Alegre. Pepe, de Gremio, y su rival Moises, disputaban un balón junto a una línea de banda, antes de comenzar un duelo de insultos y empellones.
Abundaron los puñetazos, puntapiés, tirones y empujones. Algunos integrantes de ambos conjuntos intervinieron en busca de controlar a sus compañeros, antes de que el duelo se reanudara, con un total de 16 minutos de descuento otorgados por el árbitro argentino Fernando Rapallini, quien expulsó por Gremio a Gabriel y a Luciano a los 88 minutos, a Caio a los 95 y a Paulo Miranda a los 96.
El silbante echó también con roja directa a los jugadores de Internacional, Edilson y Moises a los 89, Cuesta a los 95 y Bruno a los 97.
Las ocho tarjetas rojas representaron la mayor cantidad registrada en un partido de la Libertadores en la historia. El récord corresponde a un caótico duelo entre Boca Juniors y Sporting Cristal, en el que fueron expulsados 19 jugadores.
No se descarta que el reporte arbitral incluya a otros posibles participantes en la gresca y que ello derive en sanciones severas. Pero éstas no se comenzarán a purgar sino hasta la reanudación del certamen paralizado por el coronavirus.
TE PUEDE INTERESAR
- Desmentido: el mensaje de Paulo Dybala tras los rumores de estar infectado con el virus COVID-19
- Balotelli bromeó con la suspensión de la Serie A por el coronavirus: “Tuvieron que esperar que la ‘Juve’ volviera al liderato”
- Un día triste para el fútbol: la Premier League es suspendida tras casos de coronavirus de Mikel Arteta y Hudson-Odoi [OFICIAL]
- Otra víctima del coronavirus: la Ligue 1 hizo oficial la suspensión indefinida del fútbol en Francia [FOTO]
- Ya es oficial: la Champions y Europa League son suspendidas por culpa de la propagación del coronavirus