Ariel Holan dejó de dirigir equipos de hockey sobre césped para saltar al fútbol con la ilusión de ser DT de su amado Independiente: ganar la Copa Sudamericana con los 'rojos' es ahora acariciar el cielo con las manos.
Lo hizo a los 57 años, casi medio siglo después de acompañar a su padre como hincha en las tribunas. En el Maracaná de Rio de Janeiro se dio el gusto. El 'Rey de Copas' recuperó protagonismo en el orden internacional.
"No puedo hablar, es para mi papá (...) Es muy fuerte. Es como quiero ver al club que amo con toda mi alma. Es un sueño. No me quiero despertar", dijo Holan en medio de lágrimas.
"¡Esto es muy grande! Hacerlo en este estadio mítico (Maracaná), uno de los más grandes de la historia del fútbol mundial (...) Independiente lo hace por tercera vez", continuó.
Finalmente, el entrenador argentino hizo hincapié en lo mucho que les costó ganar el título pero resaltó la labor de sus dirigidos: "Tenemos 28 leones, estoy orgullo de ser su entrenador".
Volvió el 'Rey'
Los argentinos, que llegaban con la renta de 2-1 de la ida en Buenos Aires, aguantaron el asedio de un 'Fla' que salió rugiendo, dispuesto a conquistar su primer título internacional en 18 años. La agresividad dio sus frutos y a los 29 Lucas Paquetá ponía el 1-0 para delirio de un Maracaná eufórico.
Pero la alegría duró poco para los cariocas, que vieron como el joven Ezequiel Barco ponía el empate de penal diez minutos después.
Con esta victoria, el 'rojo' consigue el segundo Maracanzo de su historia, después de la Supercopa que ya le arrebató al Flamengo en 1995, amargándole en casa el año de su centenario.
Ganador de siete Libertadores, cuatro de ellas consecutivas en los 70, el 'Rey de Copas' suma una segunda Copa Sudamericana a una de las vitrinas más envidiadas del continente, donde brillan tres Copas Interamericanas, dos la Supercopas Sudamericanas, una Recopa Sudamericana y dos Intercontinentales.