Como se diría en el mejor básquet del mundo, Barcelona busca un jugador franquicia para su plantilla. Ya sea Philippe Coutinho o Antoine Griezmann, los culés urgen de un fichaje que le dé la cuota de calidad a la plantilla que se perdió con la salida de Neymar. Ousmane Dembélé continúa siendo un proyecto, por lo que en Cataluña ven la posibilidad de ‘gastar’ hasta 200 millones de euros por jugadores que no son fáciles de adquirir en el actual mercado.
La prioridad sigue siendo Coutinho y el plan B, Griezmann. No obstante, y como informan medios europeos, Manchester United se ha retirado de la puja por el delantero francés, dado que la buena cantidad de goles de Romelu Lukaku no hacen necesario invertir ese presupuesto por un atacante de calidad, sino en otras posiciones que ‘Mou’ no se ha convencido del todo en la presente temporada, a la sombra del Manchester City de Pep Guardiola.
De esta manera, el Barcelona se quita un fuerte competidor por si al final decide ir de lleno a por el delantero rojiblanco. Bartomeu se enfrenta a una situación compleja. Por otra parte, se encuentra el interés del club azulgrana por Coutinho. El presidente intenta un acercamiento con el Liverpool, aunque de momento no hay manera de entablar una negociación en firme.
A pesar de las negativas, el Barza seguirá insistiendo por el jugador del Liverpool. Si la oportunidad real de ficharle se produjera en verano, seguramente el club tendría que elegir entre Coutinho y Griezmann porque las dos operaciones se irían a más de 200 millones.
Ninguno de los dos vendrá por menos de 100 millones. Ese enorme gasto económico solamente sería posible si el Barcelona pudiera dar salida a varios componentes de la plantilla que no cuentan para el técnico. Y necesita vender a buen precio, no como en el verano pasado.