Lionel Messi es el mejor, o uno de los mejores, disparando tiros libres. Cada vez que hay una falta para el Barcelona cerca al borde del área rival, todos los jugadores respiran hondo y dejan caer los hombros como conociendo cuál será el resultado del balón: dentro de la portería moviendo las redes. Así sucedió ante Valladolid.
El argentino brilló con un doblete y dos asistencias, pero su segunda anotación de balón parado hizo que el Camp Nou se levante y lo alabe. Mundo Deportivo intentó descifrar en qué recaía el éxito de los disparos y se dieron cuenta de un detalle peculiar: la línea del espray.
Hace ya algunos años, la FIFA fijó como uso reglamentario, el espray en los árbitros del partido para señalar en qué lugar debe ir el balón para cobrar una falta y dónde la barrera se debe colocar. Claro, hay uno que otro que no lo respeta, pero para Messi esto no interesa.
La RFEF incluyó el aerosol evanescente para mantener la raya para que los jugadores rivales no se adelanten más de los 9.15 metros reglamentarios. Para Messi este fue un antes y después.
Con la barrera en su lugar, el disparo de Messi es más efectivo. No importa si uno se pone detrás de la barrera para evitar que el balón vaya a ras del césped o coloquen a un defensor alto cerca al primer palo de la portería. 'Lio' igual lo hace.
Sin espray, su media jamás era de 7 goles de falta por cada 100 disparos. Con la barrera en su sitio, cada año este número se eleva. 11%, 13%, 15%. Hasta el momento lleva 2 goles en 8 intentos. Este 25% significa meter, en lo que va de la temporada, 1 de cada 4 faltas.
La temporada pasada, Messi marcó su gol 600, fue aquel recordado disparo ante Liverpool. Ahora suma un total de 608 anotaciones, dos más que Cristiano Ronaldo, quien quedaría con 606 dianas. Un número impresionante.
En 16 temporadas en el Barcelona, Lionel suma estos números en 695 partidos, mientras que 'CR7', que lleva 18 campañas como profesional, tiene el número de anotaciones. Es decir, unos 119 partidos más que el '10' del Camp Nou.
Messi está completamente loco y sus números lo demuestran. Solo ha jugado en el Barza y tiene un promedio de gol de 0.87, mientras que Cristiano, que ha pasado por el Sporting Lisboa, Manchester United, Real Madrid y Juventus, tiene un promedio de 0.74 por partido.
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