En el peor momento. O tal vez el mejor. Quique Setién, entrenador de Barcelona, atendía la última conferencia previa al duelo con Osasuna y lo hizo olvidándose de quitar el sonido a su celular. Inesperadamente el teléfono empezó a sonar justo en el momento menos indicado, pues el DT daba respuesta a las preguntas sobre LaLiga que este jueves podría quedar en manos de su eterno rival, Real Madrid.
El entrenador de Barcelona se encontraba dándole la contra al discurso derrotista de Luis Suárez, quien horas antes había expresado su resignación por dejar en mano del Real Madrid el título de LaLiga. “Esa es su opinión. Para mí todavía no lo está, porque puede pasar cualquier cosa, aunque está difícil...”, señalaba el estratega ante los diferentes medios de prensa.
Acto seguido el DT trataba de sacar con rapidez su teléfono que empezó a sonar incesantemente. Lo sujetó, observó si se trataba de una llamada importante y luego apretó el botón rojo. Luego sin disculparse y mucho menos sonrojarse, siguió atendiendo las preguntas sobre el duelo que este jueves lo enfrentará al Osasuna en el Camp Nou.
El entrenador reconoció que la suerte, ese factor que muchas veces acompaña al campeón, esta vez, ha acompañado al Real Madrid en una temporada más que atípica en la historia del fútbol español. “Tiene que perder un equipo que ganó todo. Nosotros dejamos tres empates que supone esta diferencia que nos sacan ahora. Es obvio que hicieron mejor las cosas porque ganaron los ocho partidos. Igual, pelearemos hasta el final”, reflexionó.
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