Imagen inesperada. Una de las grandes dudas del FC Barcelona de Ronald Koeman será ver cómo el técnico neerlandés rearma el ataque entre Lionel Messi y Antoine Griezmann, de quienes se ha dicho no existe una buena relación. Además, de que el propio francés ha explicado que es “difícil” jugar con el argentino por razones de disposición en el campo. Y el primer amistoso azulgrana de esta temporada ya ha dejado una pista.
Apenas al cuarto de hora del primer tiempo del amistoso frente al Nastic en el estadio Johan Cruyff, los culés tuvieron un penal a favor. De inmediato y como correspondía, Messi tomó el balón para ejecutarlo pero apareció Antoine Griezmann y le preguntó si podía ser él el encargado.
El argentino accedió y le cedió el penal a Griezmann, que lo transformó en el 2-0 contra el Nastic. El francés, que venía de fallar desde la pena máxima con su selección, disparo a su lado izquierda por abajo con mucha tranquilidad, para luego celebrar el tanto ‘fríamente’.
Ronald Koeman dejó algunas pistas sobre cómo quiere que sea su Barcelona en el primer partido de la pretemporada azulgrana, disputado este sábado en el estadio Johan Cruyff y que finalizó con victoria local por 3-1 ante el Nàstic de Tarragona, con goles de Dembélé, Griezmann y Coutinho, estos dos últimos de penalti.
Lo que más destacó fue la utilización del sistema de juego 4-2-3-1 tanto en el primer como en el segundo tiempo en un conjunto que durante las últimas décadas se caracterizó por el clásico 4-3-3.
Koeman apostó por este sistema de juego ante el Nàstic de Tarragona, el cual se diferencia del 4-3-3 por la utilización de dos pivotes en el centro del campo y la ubicación de un centrocampista como mediapunta.
En la primera parte los pivotes fueron Sergio Busquets y Carles Aleñà, con ?Pedri de enganche con la delantera, y en la segunda Sergio Busquets y Frenkie de Jong, con Coutinho liberado en funciones de ataque.
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