Una de las principales razones por la cual Lionel Messi decidió no seguir más el FC Barcelona es su deteriorada relación con Josep Maria Bartomeu, presidente de la institución culé. Una serie de diferencias a lo largo de estos últimos años han conllevado a que ambas partes no tengan ningún tipo de comunicación, incluso después del famoso burofax.
El capitán el cuadro culé no le perdona al mandamás del Barça una mentira que sucedió a finales de la temporada 2018-2019. Por aquel entonces Messi le preguntó a Bartomeu si había concretado el fichaje de Antoine Griezmann y esté lo negó rotúdamente. La justificación que dio fue que el valor de la cláusula de salida todavía no había sido rebajada. Sin embargo, Leo se sintió engañado, tras hacerse oficial semanas después el fichaje del francés.
Asimismo, la Cadena Ser informa que al astro argentino también se sintió traicionado cuando Barcelona no hizo todo lo que tuvo a su alcance para asegurar el regreso de Neymar. El cuadro catalán habría ofrecido 110 miillones de euros más la trasferencia de Rakitic, Todibó y el préstamo de Dembélé. PSG estaba de acuerdo, aunque querían 20 millones adicionales. Desde Cataluña les dieron la negativa. Tiempo después la dirigencia comandada por Bartomeu pagó 20 millones por el danés Braithwaite. Messi una vez más se sintió burlado.
Todo hace indicar que entre el miércoles y jueves se dará la reunión esperada entre Jorge Messi, representante de la ‘Pulga’, y Josep Maria Bartomeu. El también padre del futbolista estará arribando a España las próximas horas.
Por su parte, Messi evita tener cualquier contacto con el cuadro culé y no se sumó a las dos primeras sesiones de entrenamientos del equipo que conduce Ronald Koeman. Por ahora, el DT neerlandés no se refirió al respecto.
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