La calentura de un partido puede pasarle factura a cualquiera. El Barcelona vs. Girona fue un partido lleno de emociones para Lionel Messi. El equipo azulgrana parecía tener todo controlado hasta la expulsión de Lenglet (35) donde todo se puso cuesta arriba.
Para Messi, el árbitro del encuentro los perjudicó, así lo hizo saber luego del partido, cuando Jesús Gil, quiso darle la mano, pero la reacción del argentino no fue la apropiada, decidiendo no recibirle el saludo.
El gesto de desaprobación de 'Lio' a la manera como el árbitro dirigió el encuentro era claro. Incluso cruzaron palabras hasta que Gil decidió invitarlo a retirarse a los vestuarios.
Messi no fue el único que mostró su desacuerdo con la forma en la que se arbitró el partido. Gerard Piqué conversó en el túnel de los vestuarios con él: "Es que es clarísima. ¿Tú de verdad crees que hay intención? ¿Que le hacen la falta y él…?", le reprochó.
La expulsión de Lenglet condición al Barcelona que sufrió el empate antes de final del primer tiempo y se puso abajo en el marcador siete minutos después del inicio del segundo tiempo.
El empate de Barcelona termina con su racha de 4 partidos consecutivos sin regalar dos puntos. Ahora la Liga Santander volvió a tener dos líderes. Real Madrid y Barza, ambos con 13 puntos.