“Para mí es un sueño, no solo mío, también de mi familia y mis amigos. Quien me vio jugar, sabe que llegar aquí es la realización de un sueño que tengo desde niño. Ahora lo que tengo que hacer es dar lo mejor de mí”. Esas fueron las declaraciones que Raphinha brindó poco después de convertirse en flamante refuerzo del FC Barcelona. Cada palabra del delantero brasileño dibuja el duro camino que le tocó atravesar para llegar a la élite del fútbol, algo que en su país vieron imposible de que suceda, cuando lo rechazaron hasta tres veces por tratarse de un alfeñique.
Nacido en el seno de una familia brasileña de clase media, el 14 de diciembre de 1996, en Porto Alegre, Raphael Dias Belloli tuvo claro desde pequeño que había llegado al mundo para ser futbolista. Recibió todo el apoyo de sus padres y empezó a buscar un club para desarrollarse. Lamentablemente para sus intereses, las puertas de los equipos más populares de su ciudad se le cerraron rápidamente al hoy nuevo jugador del Barcelona.
Primero probó suerte en el Internacional, un equipo con el que sentía afinidad. Intentó ingresar a las inferiores del ‘Colorado’, pero los encargados del reclutamiento de nuevos talentos lo descartaron por su físico. Era muy delgado y débil respecto a los otros aspirantes y lo regresaron a casa. Sin embargo, no lograron deshacerse de él ni romper sus sueños. Poco después, Raphinha volvió a presentarse, pero corrió con la misma suerte.
A diferencia del primer intento, los ‘scouts’ del Inter actuaron con dureza, según contó el exrepresentante de Raphinha. Explicaron que era muy flaco para soñar con ser profesional, que con su ectomorfo cuerpo no iría a ningún lado. “Nunca llegarás a la élite del fútbol”, le dijeron, rompiendo el corazón de un muchacho que apenas entraba a la adolescencia. La ilusión de jugar en el ‘Colorado’ había terminado, pero...
Raphinha no había agotado todas sus opciones en Porto Alegre. Tras ser rechazado dos veces por el Inter, decidió ir con el clásico rival. En Gremio no hubo prueba doble: la respuesta fue negativa desde el primer momento y por el mismo motivo. Su físico no era compatible con el perfil que el ‘Tricolor’ Gaúcho buscaba para la cantera.
Sin espacio en el fútbol de Porto Alegre, Raphinha debió alejarse 500 kilómetros de casa para cumplir el sueño con el balón. Sus padres no dejaron de alentarlo y lo empujaron hasta el Avaí Futebol Clube, un equipo situado en Florianápolis que sí pudo ver el potencial del brasileño más allá de su delgado cuerpo. Incorporó a sus canteras al exjuugador del Leeds United y al poco tiempo logró deslumbrar con velocidad y esa capacidad de desequilibrio que tiene.
Debido a problemas económicos, el Avaí de Santa Catarina no tuvo más opción que vender a su estrella emergente. Rápidamente, y con el exazulgrana Deco como mediador, Raphinha fue traspasado al Vitoria Guimaraes por 600.000 euros. Empezó jugando en el filial del cuadro luso y semanas después escaló hasta el primer equipo. El talento que había exportado desde Porto Alegre daba para muchos.
Así las cosas, en su primera temporada en la élite del fútbol portugués, firmó cuatro goles y dio seis asistencias en 32 partidos. En la segunda campaña se convirtió en una de las revelaciones del campeonato luso marcando 15 goles y repartió cinco asistencias. El alfeñique al que no le auguraban un buen futuro en Porto Alegre estaba listo para dar el salto a un grande del balompié luso: el Sporting de Lisboa.
El exequipo de Cristiano Ronaldo pagó 6.5 millones de euros en la temporada 2018-19 para hacerse con sus servicios. Solo duró una campaña en que, por culpa de las lesiones, anotó nueve goles. Al año siguiente arregló con el Rennes por 21 ‘kilos’, marcando en Francia el despegue de su carrera. Con ocho goles en 36 partidos, llamó la atención de Leeds United. El momento de jugar en la Premier League había llegado.
Por 18.6 millones de euros se convirtió en refuerzo para el ‘Loco’ Bielsa en el regreso de ‘The Whites’ a la máxima división del fútbol inglés. En su primera temporada en Elland Road jugó 31 partidos y anotó seis goles. En la segunda y última campaña en la Premier, Raphinha alcanzó 11 tantos en 36 partidos. Semejantes números le valieron para ser el objeto de deseo del Barcelona, Chelsea y Arsenal en el mercado de fichajes de verano de 2022.
Los ingleses pusieron más dinero y casi convencen a Leeds United de vender al extremo brasileño. Sin embargo, Raphinha hizo saber que solo le interesaba jugar en Camp Nou. Buena parte de la culpa de que vista hoy de azulgrana es del técnico, Xavi Hernández, con el que habló varias veces por teléfono antes de fichar, según explicó.
“Me dijo las ganas que tiene de convertirme en un gran jugador para el Barcelona, y yo le respondí que eso era perfectamente compatible con las ganas que tengo yo de ser un jugador importante en el Barça”, dijo. Más de una década después de ser despreciado, uno de los mejores clubes de la historia le abrió las puertas a ese flaco por el que no daban un real en Porto Alegre.
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