El nombre de Fabio Capello en el mundo del fútbol es ampliamente reconocido. Su trayectoria como entrenador lo ha llevado a liderar a algunos de los equipos más destacados de Europa, incluyendo al Real Madrid en dos ocasiones. Aunque sus logros deportivos hablan por sí mismos, su segunda etapa al frente del club merengue en la temporada 2006-2007 dejó cicatrices en su memoria que persisten hasta el día de hoy. En esa línea, el otrora técnico no pudo evitar compartir algunos de los recuerdos más polémicos de su tiempo en el banquillo blanco.
El vestuario del Real Madrid, durante esa temporada, albergaba a estrellas de la talla de Ronaldo Nazario, Ruud van Nistelrooy, Antonio Cassano, Roberto Carlos, Guti, Beckham, Raúl y muchos otros. Sin embargo, según Capello, aquel no era un vestuario precisamente ejemplar en términos de profesionalismo.
El italiano reveló que uno de los momentos más llamativos fue cuando Ruud van Nistelrooy le expresó sus preocupaciones sobre el consumo excesivo de alcohol en el vestuario. Capello no dudó en señalar a Ronaldo Nazario como uno de los responsables, destacando que decidió despedir al astro brasileño debido a su vida nocturna y su influencia negativa en el equipo.
Capello también dejó claro que la situación física de Ronaldo era preocupante. Durante la temporada 2006-2007, el delantero brasileño, conocido por su velocidad y agilidad en el campo, llegó a pesar 94 kilos, un peso considerablemente mayor que en su época dorada.
El entrenador italiano lamentó que, cuatro años antes, en el Mundial de Corea en 2002, Ronaldo pesaba 82 kilos. Capello, preocupado por la salud del delantero, le instó a bajar de peso, pero su esfuerzo no dio los resultados esperados, ya que Ronaldo alcanzó los 92.5 kilos.
Curiosamente, Capello también reveló que advirtió al AC Milan, que estaba interesado en fichar a Ronaldo, sobre sus hábitos fuera del campo. Advirtió a Silvio Berlusconi que el brasileño era un “fiestero” que tenía una debilidad por las mujeres. Sin embargo, su consejo no fue suficiente para disuadir a los italianos y la operación terminó haciéndose realidad.
Ronaldo Nazario no fue el único dolor de cabeza para Fabio Capello durante su tiempo en el Real Madrid. Antonio Cassano, quien también formaba parte de aquel plantel galáctico, fue objeto de críticas por su falta de profesionalismo.
Según Capello, Cassano tenía el inusual hábito de pedir papas fritas antes de cada partido, una costumbre que el entrenador consideraba inaceptable. La anécdota revela los desafíos que Capello enfrentó al tratar de mantener el orden en el vestuario del Real Madrid.
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