El dueño del Chelsea, el ruso Roman Abramovich, informó el sábado último de que ha entregado a los encargados de la fundación benéfica del club la administración y el cuidado del mismo. En un comunicado, el magnate, que se hizo cargo del equipo de Stamford Bridge en 2003, dijo que la fundación benéfica está en “la mejor posición” para velar por los intereses de la institución. Semejante medida, resaltan los medios, fue tomada en medio del malestar del Reino Unido por la invasión rusa en Ucrania y, de alguna manera, afecta los intereses del Real Madrid de cara al mercado de fichajes de verano de 2022.
Y es que según prensa española, el Madrid tenía arreglado de palabra el regreso de Eden Hazard al Chelsea a mediados de este año. El presidente Florentino Pérez le expresó al magnate ruso la intención de no contar más con el belga y desde el núcleo duro del vigente campeón de la Champions tomaron con agrado el anuncio.
No obstante, la salida de Abramovich de la administración del Chelsea podría cambiarlo todo. En Stamford Bridge podrían no aceptar el regreso de Eden Hazard a pesar de que el internacional con Bélgica ha sido uno de los jugadores más importantes de la reciente historia del cuadro londinense.
En el Real Madrid se encuentran desesperados por vender o prestar a Hazard con el objetivo de reducir la masa salarial para empezar a acomodar la posibles llegadas de Erling Haaland y Kylian Mbappé. Chelsea parecía ser el socio indicado, pero todo podría cambiar para mal.
“Durante mis casi 20 años como propietario del Chelsea FC, siempre he visto mi papel como custodio del club, cuyo trabajo es garantizar que tenemos el mayor éxito posible, así como construir para el futuro, al mismo tiempo que juega un papel positivo en nuestras comunidades”, señaló la nota de Abramovich.
”Siempre he tomado decisiones pensando en el mejor interés del club. Sigo comprometido con estos valores. Es por eso que hoy doy a los fideicomisarios de la fundación benéfica del Chelsea la administración y el cuidado del Chelsea FC”, puntualizó.
Abramovich, considerado muy cercano al Kremlin, permanecerá como propietario del Chelsea, pero no participará en ninguna toma de decisiones en el club de Stamford Bridge. Y eso no le conviene al Real Madrid.
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