Si hay un jugador que es emblema del madridismo en las últimas décadas, ese es Íker Casillas, el que fuera portero del Real Madrid por dieciséis temporadas y que siempre será recordado por todo lo que le brindó al equipo blanco en el que debutó ya hace 20 años. Sí, dos décadas se cumplen desde que el nacido en Móstoles se puso la camiseta del club en un partido oficial.
En una fecha tan especial, el golero no dejó de recordar todo lo que ello significa y lo manifestó así en sus redes sociales. "12 de septiembre, una fecha especial para mi. Un día en el que tuve la suerte de debutar como profesional del fútbol en el equipo más grande que existe. Fueron mucho nervios y también muchas emociones. Han pasado 20 años, ni más ni menos. Que vengan muchos más!".
Pero el 12 de septiembre de 1999 no será el único día inolvidable para Íker Casillas. Tiene varios, muchos se diría, como aquella ocasión en que levantó la décima Champions League o cuando levantó la Copa del Mundo en el 2010. Pero hay uno significativo y sucedió ya hace casi 22 años, cuando tenía apenas 16 años.
Un 27 de noviembre de 1997, Casillas recibe una llamada que le cambiaría la vida. Íker estaba en el colegio cuando recibió el llamado del Real Madrid para que viajara a Noruega para el partido por Champions League. Su debut profesional se dio casi dos años después, pero ese jueves de noviembre nunca lo olvidará.
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