Minutos antes del inicio del partido entre el Real Madrid y Barcelona, Zinedine Zidane sorprendió con la decisión de colocar desde el arranque a Mateo Kovacic y dejar de lado a Isco Alarcón, quién tienen uno de los mejores desempeños en el cuadro 'Merengue' esta temporada.
En conferencia de prensa, el entrenador francés no quiso dar explicación sobre su decisión de colocar al croata. Kovacic no tuvo uno de sus mejores encuentros y tuvo que ser cambiado en la segunda mitad por Gareth Bale.
"Para nada me arrepiento. Estoy para elegir y tomar decisiones. No me voy a arrepentir de nada. En la primera parte, si metemos goles, el partido sería diferente. Sé que mañana me van meter ostias, pero esto es fútbol", comentó.
"Pero no va a cambiar lo que pienso y hago. Es una decisión mía y la asumo con todas mis fuerzas. Estamos jodidos porque es una derrota que duele mucho, pero no vamos a cambiar nada que vamos a seguir. Ahora a descansar, a pensar en nuestra familia y volver más fuertes", apuntó.
"No voy a dar explicaciones. Estoy tomando decisiones como entrenador y la decisión era Mateo en el campo e Isco en el banquillo. Luego, no he podido contar con Isco. Quería hacer el doble cambio y no se ha podido hacer por la expulsión. Metí a Nacho, pero con un jugador menos cambió el partido. Luego hice el doble cambio (Bale y Asensio). Yo soy el entrenador".
Con este triunfo contra el Real Madrid y la derrota del Atlético anoche en el campo del Espanyol (1-0), el Barcelona abre una brecha considerable con sus dos perseguidores de la capital, a expensas de lo que suceda esta tarde en el derbi valenciano, donde de no ganar o empatar el Valencia al Villarreal, los del Ernesto Valverde cerrarán el 2017 con una ventaja de nueve puntos con el segundo, el Atlético de Madrid, y de catorce con el Real Madrid, que tiene un partido menos.