La inminente llegada de Kylian Mbappé (25 años) al Real Madrid es, sin duda, uno de los movimientos más esperados en el mundo del fútbol. Sin embargo, junto con la expectativa y el entusiasmo que genera su fichaje, surge un dilema que va más allá del terreno de juego: la participación del delantero francés en los Juegos Olímpicos de París 2024. Este asunto no solo tiene implicaciones deportivas, sino también simbólicas, dado que los Juegos se celebrarán en su país natal, Francia, y en la ciudad que ‘Kiki’ ha llamado hogar durante los últimos siete años. En esa línea, la postura del equipo madrileño es clara: no permitirán que su contratación estrella participe en la cita olímpica. Esta decisión está fundamentada en varias razones de peso.
Desde un punto de vista deportivo, el Real Madrid tiene razones de sobra para mantener a Mbappé alejado de los Juegos Olímpicos teniendo en cuenta que su participación en la Eurocopa está confirmada. La temporada de LaLiga comenzará el fin de semana del 17 y 18 de agosto, y el club blanco necesita a su nuevo delantero listo para el arranque.
Además, el equipo tendría un compromiso importante el 14 de agosto en Varsovia, donde disputaría la Supercopa de Europa sin gana la Champions. La final del torneo masculino de fútbol en los Juegos Olímpicos está programada para apenas cuatro días antes, lo que complicaría seriamente la planificación de pretemporada del Real Madrid.
Permitir que Mbappé compita en los Juegos Olímpicos significaría un desgaste físico considerable para el jugador. El delantero francés tendría que soportar la carga de dos torneos importantes en un corto período, lo que inevitablemente requeriría un período de descanso posterior.
Esto implicaría que Mbappé se perdería gran parte de la pretemporada y los compromisos de la gira veraniega que ya tiene programada el Real Madrid. Como resultado, su incorporación al equipo no se produciría hasta principios de septiembre, afectando su adaptación y rendimiento en los primeros compases de la temporada.
Otro aspecto crucial es la normativa internacional que regula la liberación de jugadores para competiciones internacionales. Según el Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA, los clubes solo están obligados a ceder a sus futbolistas cuando el torneo está dentro del calendario internacional de partidos de la FIFA.
El torneo masculino de fútbol de los Juegos Olímpicos no está incluido en este calendario, lo que otorga al Real Madrid el derecho de negarse a liberar a Mbappé para dicha competición. Si bien el aún delantero del PSG ha declarado públicamente su intención de ir a la cita olímpica, en el Santiago Bernabéu tendrían la sartén por el mango.
El reglamento especifica claramente: “La liberación de jugadores es obligatoria para los partidos que figuren en el calendario internacional así como para los partidos de competiciones finales de la Copa Mundial de la FIFA, de la Copa FIFA Confederaciones y campeonatos de equipos representativos ‘A’ de las confederaciones, siempre que la asociación en cuestión sea miembro de la confederación organizadora”.
En el Santiago Bernabéu son conscientes de que vestir la camiseta es un honor para cualquier futbolista. Sin embargo, no solo de gloria vive el hombre. Es por eso que Florentino Pérez está dispuesto a darle a Mbappé uno de los sueldos más competitivos en el mercado europeo.
Según ha informado Le Parisien, le ofrecería un salario neto de 25 millones de euros y Mbappé ya habría dado el OK a la cifra. Lógicamente, este número no contempla lo que el delantero francés, de 25 años, puede llegar a ganar por conceptos de publicidad y derechos de imagen.
Según Transfermarkt, portal alemán especializado en la tasación de futbolistas, Kylian Mbappé, nacido el 20 de diciembre de 1998, se encuentra valorizado en 180 millones de euros. El también internacional con Francia, con pasado en el AS Mónaco, puede actuar como centrodelantero o extremo por las bandas.
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