Este 2021 no viene siendo un año particularmente bueno para Kylian Mbappé (París, Francia, 20 de diciembre de 1998). A pesar de que sus condiciones futbolísticas no están en discusión –sería osado cuestionarlas después de lo que ya ha demostrado en el campo–, muchos esperaban que a sus 22 años ya fuera capaz de adueñarse de la escena mundial como alguna vez lo hicieron Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Sin embargo, a pesar de que ya ganó la Copa del Mundo con Francia –el máximo logro para cualquier futbolista–, su crecimiento parece haberse adormecido por la confusión de los millones de euros y la estancia en un club que año tras año tiene que conformarse con ser el más rico, mas no el mejor.
El curso 2020-21 terminó siendo muy duro para Mbappé, pues tuvo que resignarse con solo ganar la Copa de Francia con el PSG, mientras miraba como el Lille se llevaba la Ligue 1 y el Manchester City los dejaba afuera de la Champions League en semifinales. Por si fuera poco, Suiza se encargó de despedir a su selección de manera prematura de la Eurocopa –fallando el quinto penal decisivo– dejándolo con un saldo individual muy lamentable. En los cuatro partidos completos que disputó en el torneo solo consiguió rematar tres veces al pórtico –incluyendo un penal–, sin anotar un solo gol. Asimismo, despilfarró 11 disparos lejos del arco, completó 25 regates –en su mayoría intrascendentes– y perdió 62 balones. Los números son fríos y dejan en claro que Kylian, de quien ya se hablaba de un jugador hecho y derecho, todavía tiene mucho margen de mejora.
Mbappé es consciente de todo lo que ha ganado hasta ahora, y que su prematura explosión futbolística le da la posibilidad de tomar decisiones que repercutirán directamente sobre su promisorio futuro. Sabe, además, que si se estanca en París por un rato prolongado sin demostrar su valor como estrella mundial, el reloj jugará en su contra cuando menos se lo espere. Por eso no es un capricho ni un berrinche de mal gusto que quiera marcharse del PSG, incluso teniendo a Lionel Messi como nuevo compañero.
Bondy, donde todo se forjó
La personalidad de Kylian se sostiene al afrontar retos constantemente sin achicarse ni esconderse. Esta cualidad no solo la heredo de sus padres Wilfried Mbappé y Faiza Lamari, entrenador de fútbol y jugadora de balonmano respectivamente, sino también la fue forjando al vivir y crecer en Bondy, uno de los barrios marginales más peligrosos y cuestionados de los suburbios de París.
En un contexto así, conviviendo con islamistas y un grupo de personas que piden a gritos a un salvador, el ‘10’ de la selección de Francia trazó su camino sin desviarse. Saltando barreras y creyendo que todo era posible. No por nada en Bondy hay un mural con su imagen acompañada de la frase “Bondy, la villa de las posibilidades”.
Así como Mbappé, muchos niños de Bondy corren detrás del balón con el único anhelo de que al cogerlo, sea esa la oportunidad para salvar sus vidas y las de su familia. Suena utópico, pero para ellos el único ascensor social es convencer a los entrenadores y ojeadores de los clubes de Francia que son capaces de rendir en un campo de juego. Él sí fue capaz no solo de entrar en el AS Bondy –equipo del lugar–, sino también de llegar a un club especializado en la formación de jugadores como el AS Monaco, cuna de su ídolo de toda la vida Thierry Henry.
Cuando el cambio es una necesidad y no una elección
¿Si antes fue capaz de sortear dificultades mayores, por qué ahora decidir o negarse a firmar un documento de renovación puede ser un problema para Mbappé? ¿Si antes chapó sus maletas de Bondy a Monaco, y luego de Monaco a París, por qué ahora un cambio de aires podría ser perjudicial para él? Su entorno más cercano también cree que salir del PSG para enrumbar a un nuevo club –muy probablemente el Real Madrid– sería lo mejor para relanzar su carrera. La llegada de Messi y la presencia de Neymar aún lo mantienen como actor de reparto en el equipo de Mauricio Pochettino, y tal como lo hiciera el ‘10’ de Brasil cuando salió del Barcelona en 2017, él también quiere un reto mayor en el que tenga que asumir nuevas y más complicadas responsabilidades. De ese modo, lo que pasó en la Eurocopa solo será un mal recuerdo.
“Habrá un antes y un después para Mbappé después de este 28 de junio de 2021”, tituló el diario francés L’Équipe sobre el día en que Mbappé falló el penal decisivo ante Suiza. Cierto o no, para alguien que viene de un lugar donde las posibilidades solo son reales cuando se asumen los riesgos necesarios, estancarse no entra en el abanico de elecciones. Mbappé lo sabe. Nasser Al-Khelaïfi, presidente del PSG, al parecer no.
Recibe nuestro boletín de noticias: te enviaremos el mejor contenido deportivo, como siempre lo hace Depor.
TE PUEDE INTERESAR
- PSG no conoce límites: tras Messi, las dos ‘bombas’ que quiere cerrar antes de fin de mes
- Tevez y su emotivo mensaje a Miguel Ángel Russo: “Gracias por toda la gloria que le diste al club”
- Los dueños de todo: Bayern Munich venció 3-1 al Dortmund y ganaron la Supercopa de Alemania
- Nunca lo vimos así: Cristiano Ronaldo ‘explotó’ por rumores sobre su futuro