Decir que el fútbol es solo un deporte se aleja totalmente de la realidad. Practicarlo, sin importar las vicisitudes que uno tenga que afrontar demuestra la valía y el amor propio de cada persona. Manchester United le brindó al mundo la oportunidad de conocer a Sam, un niño que, a pesar de padecer parálisis cerebral, no tiene en mente otra cosa que jugar al fútbol.
Sam es un niño que pertenece a una de las fundaciones que Manchester United posee para fomentar el deporte. Sam utiliza una silla de ruedas, donde no solo está su cuerpo, sino también sus sueños de ser futbolista, a pesar de no poder moverse como los otros niños de su edad.
Sam, a pesar de no ser un niño 'normal', ha demostrado que es más feliz que muchísimas personas que están en este mundo. Es feliz con lo que tiene. Es feliz jugando con sus amigos al fútbol. Después de eso, no importa nada más.
Hace unos días, Sam tuvo la oportunidad de conocer a David de Gea. El español le regaló sus guantes, los cuales usa todos los días cuando va a entrenar.
Luego, Zlatan Ibrahimovic y Paul Pogba tuvieron la suerte de conocerlo. Los dos futbolistas dejaron atrás la arrogancia y ego que los caracteriza y sucumbieron de amor ante un niño que los miraba como si fuesen dioses. He ahí el secreto de ser conocido y famoso.
Gracias fútbol, gracias Manchester United, pero sobre todo gracias Sam. Gracias por demostrar que los milagros del fútbol no solo están en las remontadas épicas o en golazos de media cancha, sino en personas como tú que luchan día a día por ser felices.
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