Ganaba uno a cero Manchester City con gol de De Bruyne. Era un prólogo del equipo de Pep Guardiola en Old Trafford. Apenas y el Manchester United había podido tocar el balón en su cancha. Hasta que a los 22 minutos hubo un episodio que desató la molestia de Wayne Rooney con el entrenador español.
Balón fuera del campo y Rooney fue a buscar el balón para realizar el saque de banda cuanto antes. La pelota, sin embargo, fue tomada por Guardiola. Cuando el jugador inglés se acercó para cogerla, Pep la trató de esconder, provocando que Rooney se la quite a la fuerza.
Guardiola puso cara de buenos amigos con el árbitro. Hizo, en realidad, lo que todos solemos hacer: no fui yo, mira su reacción. Rooney, como no podía ser de otra manera, hizo lo mismo: mira, mira, parecía decirle al árbitro.
Finalmente cuando la situación se calmó (pese a la cara de pocos amigos de Rooney), el capitán del Manchester United se volvió hacia el entrenador para darle la mano y este accedió con una sonrisa, como si se hubiese tratado de una palomillada. Que así lo fue.
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#ManchesterUnited vs. #ManchesterCity Ibrahimovic marcó por blooper de Bravohttps://t.co/hunKxjezfg pic.twitter.com/qpmUPkASaD— Diario Depor (@deporpe) September 10, 2016