Con un costo de 118 millones de libras, Jack Grealish se convirtió en el fichaje más caro de la Premier League. (Foto: Getty Images)
Con un costo de 118 millones de libras, Jack Grealish se convirtió en el fichaje más caro de la Premier League. (Foto: Getty Images)

En tiempos donde el ruido y la extravagancia de los goles ocupan la mayoría de portadas en el fútbol, muy de vez en cuando aparece un futbolista de otra época para romper el molde del debate y plantear sobre la mesa una discusión más mundana, en donde la nostalgia de su estilo evoque a esos jugadores de antaño que se criaron en los potreros y conocieron el mundo real gracias a las patadas. , fichaje estrella del para esta temporada, pertenece a ese linaje que cada vez parece estar al borde de la extinción.

Con 25 años y una carrera que busca la consolidación internacional en un club que sueña con la Champions League, Jack Grealish llega al Etihad Stadium después de haberse convertido en referente y capitán del club de sus amores, el Aston Villa. El glamour de su juego contrasta perfectamente con la bincha que sujeta sus cabellos y las medias bajas que son una provocación para cualquier defensor hambriento de unas canillas. Mediocampista, extremo, enganche y hasta falso nueve, verlo con la camiseta de los ‘Citizen’ nos invita a pensar –y soñar– en que se convertirá en el nuevo niño mimado de Pep Guardiola, más ahora que su hijo pródigo decidió llevar su zurda a París.

Jack Grealish fue presentado por el Manchester City como su mejor adquisición para la temporada 2021-22. (Foto: Getty Images)
Jack Grealish fue presentado por el Manchester City como su mejor adquisición para la temporada 2021-22. (Foto: Getty Images)

El nacimiento del villano más bueno

Jack Peter Grealish (Birmingham, Inglaterra, Reino Unido, 10 de septiembre de 1995) es el primer hijo de los tres que nacieron del matrimonio entre Kevin y Karen Grealish, una pareja que constituyó una familia de clase media en la Villa de Solihull, West Midlands. Fieles creyentes del catolicismo, ellos se encargaron que cada uno de sus primogénitos tuviera una correcta formación en escuelas religiosas.

Conforme fue creciendo el pequeño Jack Grealish empezó a sentir un fuerte apego al Aston Villa, uno de los clubes más importantes de Birmingham y que en su momento supo ser campeón de Europa (1981-82). Sin la necesidad de ser más grande que sus amigos ni tener la edad de ellos –casi siempre dos años mayores que él–, desde que tuvo sus primeros contactos con el balón mostró condiciones para pertenecer a ‘Los Villanos’. Aunque para entonces no era un niño malo, el apodo de su nuevo hogar le quedaría como anillo al dedo en el futuro.

Jack Grealish estuvo ligado al Aston Villa desde los seis años. (Foto: Recorte)
Jack Grealish estuvo ligado al Aston Villa desde los seis años. (Foto: Recorte)

El lodo, una metáfora de aprendizaje

Cuando cumplió 18 años, Jack Grealish fue prestado al Notts County Football Club para disputar en la English Football League One 2013-14 (tercera división) y así coger la experiencia requerida para ser parte del primer equipo del Aston Villa. Ese cambio de categoría le hizo muy bien a su juego, pues empezó a sentir el rigor físico y la brusquedad de un campeonato casi barrial jugado en canchas normalmente llenas de lodo.

Su regreso al Aston Villa coincidió con los años más duros de la institución villana en el fútbol inglés, donde se encontraban más pendientes por no descender que por darle espacio a un chiquillo que recién comenzaba a mostrarse al mundo. Aun cuando se consumó su debut en la Premier League, este solo tuvo como consecuencia el descenso del club a la Championship en la temporada 2015-16. Asimismo, las primeras señales de su personalidad conflictiva empezaban a llevarse algunas portadas sensacionalistas de la prensa británica: en abril de 2015 fue captado por el diario ‘The Sun’ inhalando óxido de nitrógeno con fines recreativos y en noviembre, después de perder un partido ante el Everton, se quedó en la ciudad para irse de fiesta. Como era de esperarse, comenzó a acumular sanciones que lo llevaron incluso jugar con la reserva del equipo.

Jack Grealish disputó la tercera división del fútbol inglés en la temporada 2013-14, defendiendo los colores del Notts County Football Club. (Foto: FA)
Jack Grealish disputó la tercera división del fútbol inglés en la temporada 2013-14, defendiendo los colores del Notts County Football Club. (Foto: FA)

Las tres temporadas que el Aston Villa estuvo en la Championship no solo hicieron que Jack Grealish aprenda las más duras lecciones, sino también que sea capaz de dimensionar el talento que tenía en sus pies y cómo usándolo podía devolver a su amado club a la Premier League. En la temporada 2017-18 estuvieron apunto de ascender – aportó 3 goles y 5 asistencias–, pero el Fulham se les interpuso en el camino en la final.

Manteniendo la misma base y el respaldo de Dean Smith en el banquillo, un año después volvieron a disputar la definición y esta vez sí consiguieron el boleto a la máxima categoría del fútbol inglés al vencer al Derby County. Para esa campaña 2018-19 Jack Grealish ya era un jugador más completo y había dejado la base del mediocampo para ubicarse en una posición más ofensiva, como extremo izquierdo a perfil invertido. El resultado de su nueva adaptación fueron 6 goles y 6 asistencias en 31 partidos, un registro que contribuyó a que el Aston Villa volviera a ser de Primera.

El rebelde que se volvió líder

Ya instalados en la Premier League para el curso 2019-20, Jack Grealish comenzó a experimentar la responsabilidad de ser el mejor jugador de un plantel conformado para pelear por no volver a descender. Esa era la realidad y no podía negarla. De esa manera, aceptando su lugar en el equipo y entendiendo que la solidaridad por el colectivo era lo primero, sacó a relucir su faceta más defensiva y colaboró cada vez que fue necesario correr hacia atrás.

En cuanto a su misión como extremo y eventual enganche, Jack Grealish no tardó en dejar los números que comenzaron a describirlo como futbolista: en 36 partidos jugados –todos como titular–, registró 8 goles, 6 asistencias, 2.5 pases clave y 4.6 faltas recibidas por encuentro. Si todas esas estadísticas las consiguió jugando sobre la base de un estilo conservador y más pendiente del arco propio, su techo se hacía cada vez más alto pensando en un equipo ofensivo y con más aspiraciones.

El dinamismo y la verticalidad de juego de Jack Grealish lo han convertido en uno de los futbolistas más imparables de la Premier League. Para detenerlo, los rivales tienen que recurrir constantemente a las faltas. (Foto: Reuters)
El dinamismo y la verticalidad de juego de Jack Grealish lo han convertido en uno de los futbolistas más imparables de la Premier League. Para detenerlo, los rivales tienen que recurrir constantemente a las faltas. (Foto: Reuters)

La Premier League 2020-21 vio una nueva y mejorada versión de Jack Grealish, no tanto por su ubicación en el campo –pues siguió escorado en la banda izquierda–, sino por la dimensión de sus movimientos y sus jugadas cada vez más determinantes. Ni haberse perdido alrededor de quince partidos por una complicada lesión hizo que su influencia en el Aston Villa se redujera. Si bien el equipo tuvo que soportar varias derrotas sin él en el equipo titular, el colchón de puntos que consiguieron por su gran arranque de temporada les permitió respirar tranquilos viendo la Championship con más distancia de lo habitual. Así pues, el mediocampista mantuvo sus números en 26 partidos jugados, 6 goles, 10 asistencias, 3.1 pases clave y 4.2 faltas recibidas por duelo.

Jack Grealish disputó la Eurocopa 2020 con Inglaterra, sin embargo, no contó con las oportunidades que seguramente merecía. (Foto: Agencias)
Jack Grealish disputó la Eurocopa 2020 con Inglaterra, sin embargo, no contó con las oportunidades que seguramente merecía. (Foto: Agencias)

Ese rendimiento lo llevó a tener su primer contacto con la selección absoluta de Inglaterra, la cual solo había defendido en su categoría sub-21. Recuperado de la lesión que sufrió en el torneo doméstico, participó de la Eurocopa 2020 como actor de reparto ante la cantidad de hombres talentosos en la plantilla gestionada por Gareth Southgate. El director técnico de los ‘Tres Leones’ lo tomó en cuneta más como revulsivo que como una opción inmediata, siendo titular solo en el triunfo por 1-0 sobre República Checa, para variar, con una asistencia suya.

De la mano de Guardiola

El fichaje de Jack Grealish al Manchester City ha tenido una dimensión mayor a la esperada por su costo: 118 millones de libras por un vínculo hasta 2026. Esos números lo convirtieron en el fichaje más caro de la historia de la Premier League y en el inglés por el que más dinero se ha pagado hasta el momento –a no ser que Harry Kane planee superarlo–. Por su gratitud y amor al Aston Villa, él se había comprometido con el club que partiría de Villa Park solo si el contrato lo invitaba a disputar un torneo internacional como la Champions League y si la propuesta económica fortalecía las arcas de la institución. “Cuando me vaya será porque habrá una propuesta imposible de rechazar y le servirá también al club”, dijo hace unos años.

Ahora de la mano de quien para él es “el mejor técnico del mundo”, Jack Grealish tendrá la oportunidad de seguir siendo ese futbolista de otros tiempos, pero con la modernización táctica de un equipo más esquematizado. Eso, claro está, no significa que perderá su desparpajo y esa irreverencia que lo han colocado como un futbolista nostálgico. Su presente está en Manchester, pero si él quiere puede seguir siendo ese chico que aprendió los gajes del oficio embarrándose el short en los lodazales de la Championship.

Recibe : te enviaremos el mejor contenido deportivo, como siempre lo hace Depor.

TE PEUDE INTERESAR