El futbolista alemán de origen turco Mesut Özil, criticado por haberse hecho una foto con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan antes del Mundial, aseguró este domingo que su gesto no tenía "ninguna intención política" y que fue una señal "de respeto a la más alta función del país de mis padres".
"Como mucha gente, mis raíces van más allá de un país. He crecido en Alemania, pero mi historia familiar tiene sus raíces sólidamente arraigadas en Turquía. Tengo dos corazones, uno alemán y otro turco", señaló el medio del Arsenal en Twitter.
Ozil rompió su silencio tras haber estado en el centro de la polémica durante la Copa del Mundo por su foto, junto al también internacional de origen turco Ilkay Gundogan, al lado del jefe de Estado turco, en plena campaña electoral para su reelección, finalmente obtenida.
Los dos jugadores fueron muy criticados, especialmente tras la eliminación en la primera fase de la Mannschaft. Algunos les acusaron de falta de lealtad a Alemania, incluso el mánager del equipo Oliver Bierhoff dijo: "Debíamos haber pensando en privarnos de él deportivamente".
"Soy consciente de que la foto provocó grandes reacciones en los medios alemanes, pero a pesar de que algunas personas pueden acusarme de mentir o ser deshonesto, la foto no tenía ninguna intención política", señaló el futbolista de 29 años.
"No tiene que ver con la política o las elecciones, tiene que ver con el respeto a la más alta función del país de mis padres. Mi oficio es jugador de fútbol, no político, y nuestro encuentro no era ninguna aprobación de una política u otra", añadió.
"Poco importa el resultado de este elección o de la precedente, de todas las formas habría hecho la foto", añadió el antiguo jugador del Real Madrid.
AFP