No cabe duda que Wayne Rooney es uno de los futbolistas más recordados del Manchester United moderno. Pese a haber dado sus primeros pasos como futbolista profesional con la camiseta del Everton, sus mejores años los vivió con la camiseta de los ‘Diablos Rojos’ y bajo la conducción de Sir Alex Ferguson. De hecho, es el máximo goleador de la historia del club con 253 tantos. Sin embargo, convertirse en un ídolo no es fácil y así lo hizo saber el ex jugador. En una entrevista para Daily Mail, el británico confesó que para olvidarse de la presión y de la dificultad que conlleva ser un deportista de élite, se refugió en las bebidas alcohólicas.
“Me encerraba y bebía. Encerrarme me hizo olvidar algunos de los problemas con los que estaba lidiando. Normalmente, uno se emborracha en grupo, pero esto fue como un atracón. Tenía algunos días libres y no quería estar cerca de nadie. Lo único que hacía era estar en casa y beber durante dos días. Estaba en una situación realmente mala”, mencionó.
Y agregó: “Fue una acumulación de todo: la presión de jugar para Inglaterra, para Manchester United, otros temas de mi vida personal... Era difícil lidiar con toda esa presión acumulada. En ese momento, nunca lo hablé con nadie, ni con mis compañeros ni con Ferguson”.
Pese a no poder hablarlo con su círculo íntimo, la única persona que pudo ayudarlo a salir de este problema fue su pareja Coleen. “Siempre estaba enojado y agresivo. Era obvio que tenía algunos problemas que debía tratar y ahora, afortunadamente, los tengo todos bajo control. Lo que aprendí fue que si sentía algo debía largarlo para que no explotara. Antes solía retener casi todo y eso se acumulaba. Es por eso que si me di cuenta que necesitaba sentarme y hablar [los problemas] con alguien. Eso calmó las cosas y me sirvieron las charlas con Coleen y con mis padres”, aseguró.
Su gran temperamento
Otro de los pasajes más resaltantes que narró el exdelantero se dio durante su estadía en el Manchester United, aunque el comentario no fue muy positivo. De acuerdo a lo explicado por el ahora entrenador del Derby County, decidió saltar al césped del Stamford Bridge con la intención de lesionar a los jugadores del Chelsea, en un partido clave por el título.
“Salí al campo con los tacos de los botines más largos de los que utilizaba habitualmente. Me daba rabia que fueran a ganar la liga y tenía el objetivo de hacer daño a los futbolistas contrarios”, relató el ‘Bad Boy’.
Finalmente, la polémica anécdota no tuvo un desenlace positivo para Wayne Rooney: Chelsea goleó 3-0 al Manchester United, y se proclamó campeón de la Premier League; y el exatacante tuvo que ser reemplazado por una lesión. Sin duda, la leyenda inglesa causará revuelo con sus historias.
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