Zlatan Ibrahimovic, delantero del AC Milan, es uno de los futbolistas de la Serie A cuyos contratos expiran el 30 de junio, lo que haría necesaria una extensión de su vínculo en el caso en el que la temporada terminara en julio a causa de la postergación por el coronavirus.
El veterano sueco, de 37 años, regresó al Milan el último enero tras expirar su contrato con el Los Ángeles Galaxy estadounidense. Firmó un vínculo de seis meses con el cuadro milanés, que vence el 30 de junio, con opción a renovarlo un año más.
El exjugador del Barcelona, del París Saint Germain o del Manchester United, entre otros, todavía no había decidido qué hacer en su futuro pues el Milan, antes del parón forzado de la temporada por el coronavirus, vivía una crisis interna que provocó el despido del jefe de Fútbol del equipo, el croata Zvonimir Boban.
Gabriele Gravina, presidente de la Federación de Fútbol italiana (FIGC), reconoció recientemente sobre la situación del sueco y otros jugadores que acabar la temporada después del 30 de junio, fecha límite por la espiración de los contratos, no debe ser un “tabú”, aunque eso conllevaría una larga serie de complicaciones burocráticas.
El capitán del Juventus, de 35 años, termina su contrato el 30 de junio, aunque en su caso hay pocas dudas sobre su continuidad en el equipo turinés. El defensa internacional italiano deberá sentarse con la dirección deportiva del club para estudiar una prolongación de su vínculo, pues de momento quedaría libre a partir del 1 de julio.
Quince años y 509 partidos, con ocho títulos ligueros en su palmarés, resumen la trayectoria juventina de un jugador que recogió a partir de 2018 el brazalete de capitán de la mano de Gianluigi Buffon, quien fichó ese año por el PSG y quien regresó el último agosto con un papel de segundo portero.
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