Su suerte está echada. La fiscalía de Milán emitió este martes una orden de captura internacional y solicitó la extradición del futbolista brasileño Robson de Souza, más conocido como Robinho, quien fue condenado a nueve años de cárcel por violación en grupo de una joven en Milán en 2013, cuando era jugador ‘rossoneri’, informaron fuentes de prensa local.
La orden de captura internacional constituye un problema para el jugador que no podrá viajar al exterior a países con los que Italia mantiene acuerdos para la extradición, explicó la misma fuente.
No se excluye que las autoridades de ambos países lleguen a un acuerdo para el cumplimiento de la pena en territorio brasileño ya que la Constitución brasileña no permite la extradición de sus ciudadanos.
“Para nosotros no cambia nada si cumple la condena en Italia o en Brasil. El todo es que la cumpla, sobretodo por el crimen cometido, para tutelar a las mujeres”, declaró a la AFP el abogado de la víctima, Jacopo Gnocchi.
La Corte de Casación, la última instancia judicial de Italia, confirmó el pasado 19 de enero la condena por violencia sexual grupal contra una joven albanesa que estaba celebrando su 23 cumpleaños en un conocido local de Milán.
Robinho, que jugaba entonces en el club AC Milan, junto con otros cinco compatriotas, hicieron que la joven bebiera “hasta el punto de dejarla inconsciente e incapaz de resistirse” y luego cometieron “relaciones sexuales varias veces seguidas” con ella.
El atacante brasileño, de 37 años, junto con su amigo Ricardo Falco, fue condenado en 2017 en primera instancia por el tribunal de Milán y en diciembre del 2020 por la Corte de Apelaciones de Milán, que confirmó la condena para el jugador y consideró que el futbolista actuó con “especial desprecio hacia la víctima, la cual fue brutalmente humillada”, reza la sentencia del caso.
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