Un día después del incidente que le terminó costando una suspensión, Neymar reconoció que cayó en las provocaciones de Álvaro González, en el duelo entre PSG y Marsella. Sin embargo, reafirmó que el zaguero español lo agredió con un insulto racista intolerable.
“Ayer me rebelé. Me amonestaron con roja por querer pegar a alguien que me ofendía. Pensé que no podía irme sin hacer algo porque me di cuenta que los encargados no harían nada, o porque no se dieron cuenta o ignoraron el hecho. Durante el partido quise responder como siempre, jugando al fútbol, pero los hechos demuestran que no lo logré. Me rebelé...”, aseguró el futbolista.
“En nuestro deporte, agresiones, insultos, forman parte del juego, de la disputa, no puedes ser cariñoso. Entiendo a este chico en parte. Todo es parte del juego, pero el racismo y la intolerancia no es aceptable”, agregó.
“Yo soy negro, hijo de negro, nieto y bisnieto de negros también. Estoy orgulloso y no me veo a mí mismo diferente de nadie. Ayer quería que los responsables del juego (árbitros, asistentes) se posicionaran de forma imparcial y comprendí que ya no hay lugar para actitudes de prejuicio.”
“Reflexionando y viendo toda la manifestación que sucedió, me entristece el sentimiento de odio que podemos provocar cuando en el calor del momento nos rompemos”
“¿Debería haberlo ignorado? Hoy con la cabeza fría sigo sí. Sin embargo, mis compañeros y yo pedimos ayuda a los árbitros y nos ignoraron... ¡Ese es el punto!”
“Acepto mi castigo porque yo debería formar parte del deporte limpio, pero espero que ‘los agresores’ también sean castigados. El racismo existe, pero nosotros tenemos que pararlo, no más, suficiente".
“El chico era un tonto, y yo actué como un tonto al envolverme en ello. Necesitamos reflexionar que la gente blanca y negra estamos en las mismas condiciones, el daño por la confrontación puede ser muy perjudicial para ambos lados. Ante Dios todos somos iguales”
“Voy a seguir mi camino, que es jugar al fútbol. Permanezcamos en paz, sabéis de lo que hablo... yo se lo que hice... más amor para todo el mundo”
DURO CASTIGO
Este domingo Neymar perdió el control durante el compromiso de PSG y Olympique Marsella, el clásico de Francia. En el tiempo de descuento, el árbitro detuvo el partido para resolver una situación violenta. Sin embargo, el brasileño cometió una falta grave que, en primera instancia, no fue vista por el juez principal.
De hecho, la autoridad de la contienda recurrió al VAR para revisar la discutida acción. El delantero de ‘Les Parisiens’ golpeó en la cabeza al defensor Álvaro Gonzalez, lo que desencadenó en su expulsión. Sin embargo, el castigo no acabaría ahí. De acuerdo con información RMC Sport, el atacante de ‘Les Bleus’ podría ser sancionado de cuatro a siete compromisos.
El anexo 2 del artículo 13.1 del Reglamento Disciplinario de la Federación Francesa de Fútbol señala que un acto violento cometido fuera del desarrollo del juego sin provocar una lesión puede costar siete partidos de suspensión para el agresor.
Este miércoles, la Comisión de Disciplina LPF se reunirá para analizar su caso. Por lo pronto, el delantero brasileño se perderá el partido de PSG ante el Metz de este jueves por la Ligue 1. Layvin Kurzawa y Leandro Paredes, los otros dos expulsado en el conjunto de la capital, también son bajas en el conjunto comandado por Thomas Tuchel.
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