Kevin De Bruyne (32 años) es una de las mejores cosas que le ha pasado al Manchester City en la última década. Dueño de una increíble habilidad para el fútbol, el internacional belga ha sabido llevar títulos nacionales e internacional al Etihad Stadium. Sin embargo, el futuro del talentoso volante ha pasado a convertirse en motivo de especulación y debate entre los aficionados al fútbol, especialmente después de que se revelara el interés del Al Qadisiyah de Arabia Saudí en ficharlo. El equipo saudí, en el que juega el peruano André Carrillo, estaría ansioso por asegurar los servicios del jugador estrella a mitad de este año.
La posibilidad de que De Bruyne abandone el Etihad Stadium para unirse a un equipo de la Segunda división saudí podría parecer sorprendente a primera vista. Sin embargo, la reciente adquisición del club por parte de la petrolera Aramco ha desatado un ambicioso plan de inversión y expansión, con el objetivo de llevar al Al Qadisiyah a nuevos horizontes.
El ascenso a la Primera división saudí es un objetivo primordial para el Al Qadisiyah, ya que esto abriría la puerta a posibilidades aún más emocionantes, como el fichaje de jugadores de renombre internacional como De Bruyne. La perspectiva de un respaldo financiero sólido por parte de Aramco podría ser un factor decisivo para persuadir al jugador belga de considerar una mudanza a Oriente Medio.
Para el Al Qadisiyah, la posible adquisición de De Bruyne representaría un gran paso adelante en su ambición de establecerse como uno de los equipos líderes en la región. La experiencia y calidad del mediocampista agregarían una dimensión completamente nueva al equipo, brindando una oportunidad única para elevar su estatus y competir a nivel nacional e internacional.
Sin embargo, el éxito del plan del Al Qadisiyah depende en gran medida del rendimiento del equipo en la segunda división saudí y su capacidad para asegurar el tan ansiado ascenso. Si logran alcanzar este objetivo, el mundo del fútbol podría presenciar un cambio significativo en el panorama del mercado de fichajes, con un equipo hasta ahora poco conocido atrayendo a una de las estrellas más brillantes del fútbol como De Bruyne.
Kevin De Bruyne llegó al Manchester City en agosto de 2015 procedente del club alemán VfL Wolfsburg. El traspaso se completó por una cifra récord para el Manchester City en ese momento, reportada en alrededor de 75 millones de euros.
De Bruyne había impresionado en la Bundesliga con su habilidad técnica, visión de juego y capacidad para marcar y asistir goles, lo que lo convirtió en uno de los objetivos principales del entonces entrenador del City, Manuel Pellegrini. Desde su llegada al Etihad Stadium, Kevin se ha establecido como uno de los mejores centrocampistas del mundo.
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