Luego de la tragedia del sábado pasado en el clásico entre ‘Albos’ y Futbolistas Asociados Santanecos, que tuvo un saldo de 12 muertos y alrededor de 100 heridos, la Justicia de El Salvador detuvo a Pedro Hernández, presidente del Alianza FC, y a otros dirigentes por ser los supuestos responsables del hecho en el Estadio Cuscatlán.
Según informó la Fiscalía General de la República (FGR), las otras personas implicadas son los gerentes de Seguridad y Financiera del equipo, Edwin Abarca Ventura y Zoila Córdova, respectivamente. Asimismo, fueron arrestados Reynaldo Avelar Contreras, gerente de la empresa Estadios Deportivos de El Salvador (EDESSA), encargado de la administración del Cuscatlán, y Samuel García Montano, responsable de las llaves del estadio.
De acuerdo a las investigaciones, la FGR apuntó que “las puertas habilitadas (en el estadio) no eran suficientes para el número de aficionados” y que “esos únicos accesos además, no fueron abiertos con suficiente anticipación para un ingreso ordenado y seguro”.
De esa forma y después de diligencias de investigación, la Fiscalía aseguró también que “se ha logrado individualizar a los responsables de la tragedia ocurrida en el Estadio Cuscatlán”. Ahora, los detenidos serán presentados ante los tribunales en los próximos días y de ser encontrados culpables podrían recibir hasta 12 años de cárcel.
Cabe destacar que la muerte de estas personas, que se convierte en la mayor tragedia deportiva en el país centroamericano, ha consternado a la población salvadoreña en general y ha tocado con más fuerza a los amantes del balompié nacional.
La tragedia tras la estampida en el fútbol de El Salvador dejó un saldo de 12 muertos y más de 100 heridos en el partido entre Alianza y Futbolistas Asociados Santanecos. Por ello, la Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut) se pronunció y decidió dar por perdido el partido a los locales.
“La responsabilidad de los hechos ocurridos en el estadio Cuscatlán en el desarrollo del partido de fútbol le son imputables (al Alianza) por ser equipo local y por consiguiente organizador del encuentro”, explica el fallo de la Comisión Disciplinaria de la Fesfut.
La resolución también ordena al club organizador a “jugar a puerta cerrada, sin asistencia de espectadores en condición de local por un plazo de un año”. Además, deberá abonar una multa de 30.000 dólares la cual deberá hacer efectiva antes del 21 de julio. Además, la Fesfut anunció la suspensión de los dos partidos programados para el domingo, que correspondían a la vuelta de los cuartos de final del torneo.
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