Awer Mabil llegó a Australia en 2006, tras huir con su familia de la guerra en Sudán. (Foto: AFP)
Awer Mabil llegó a Australia en 2006, tras huir con su familia de la guerra en Sudán. (Foto: AFP)

Si bien el protagonista de la definición por por el repechaje al fue el portero Andrew Redmayne, con sus movimientos sobre la línea y atajando el penal decisivo de la clasificación, el último en rematar para los ‘Kiwis’ fue Awer Mabil, un extremo de 26 años de origen sudanés, que nació en un campo de refugiados en Kenia. El extremo del Kasimpasa marcó son solvencia y tras el pase al Mundial, se arrodilló en el césped en señal de agradecimiento.

Sabía que iba a marcar. Era la única manera por parte de mi familia de dar las gracias a Australia”, afirmó el extremo, que sobrevivió con una comida al día luego de que junto a sus padres huyera del conflicto de Sudán.

Pero Mabil tenía un talento que luego le sirvió de escaparate de vida: el fútbol. Cuando tenía apenas 10 años, Australia acogió a él y a su familia. Y fue en ese país donde pudo desarrollar su talento con el balón y no paró hasta fichar por el Adelaide United cuando era un adolescente.

(Foto: AFP)
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Nací en una choza, una choza pequeña. Mi habitación de hotel aquí es definitivamente más grande que aquella cabaña en la que vivíamos toda la familia en ese campo de refugiados”, dijo.

Que Australia nos acogiera y nos reasentara, nos dio a mí, a mis hermanos y a toda mi familia una oportunidad de vivir. A eso me refiero con agradecer a Australia esa oportunidad de vida, esa oportunidad que le dieron a mi familia”, añadió.

Awer Mabil, que pertenece al al FC Midtjylland danés pero juega cedido en el Kasimpasa turco, espera que su historia sirva de motivación para otros refugiados.

Marqué, muchos de mis compañeros marcaron, todos jugaron un papel importante y tal vez ese niño refugiado jugó también un papel importante”, señaló el futbolista de origen africano.

Ahora, aquel niño que huyó de la guerra, volverá a Qatar en noviembre para disputar la Copa del Mundo, la quinta de forma consecutiva de Australia desde que decidió jugar las Eliminatorias en Asia siendo un país océanico, en busca de competitividad. Y tanto Mabil como los ‘Socceroos’ lo han logrado.


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