En el fútbol debe predominar la buena técnica y el estado físico. Parece que esta última condición es olvidada por algunos jugadores, y llegan a subir unos cuantos kilos.
Uno de los casos más sonados es el de Adriano. ´El Emperador´ tenía pinta de crack. Cuando jugó la Copa América con Brasil despertó el interés de los grandes equipos de Europa. Llegó al Inter de Milán donde tuvo la mejor temporada de su carrera donde anotó 65 goles en 140 partidos. Ahora busca ponerse en forma para volver al fútbol.
El sobrepeso también se apoderó de otro brasileño. Ronaldo fue uno de los mejores jugadores del mundo, y mientras su carrera iba perdiendo fuerza, el ´fenómeno´ ganaba kilos. Ahora dedica su tiempo a partidas de póker.
Diego Armando Maradona también fue víctima de los excesos que tuvo en su vida. Considerado uno de los mejores jugadores del mundo, ´el pelusa´ subió de peso considerablemente después del Mundial de 1994, por lo cual cuando jugó su último partido oficial en 1997 lucía un evidente problema físico.
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(EZ)