En el mundo del fútbol, la lucha por el talento de jóvenes promesas es una batalla constante, y en este caso, el foco de atención está en Lamine Yamal, el talentoso delantero del FC Barcelona que ha sido el más joven en debutar y marcar con la selección española. Marruecos, sin embargo, no está dispuesto a dar por perdida la oportunidad de contar con él en sus filas y continúa soñando con convencerlo para que opte por la selección norteafricana en lugar de la Roja. El camino hacia la elección internacional definitiva de Lamine Yamal aún no está sellado por completo.
Según las reglas actuales de la FIFA, un jugador debe disputar al menos un partido más con la selección española para quedar “no convocable” por ningún otro equipo nacional. Esto significa que Marruecos aún tiene una oportunidad para intentar persuadir al joven delantero a cambiar de rumbo en su carrera internacional.
La última noticia al respecto, según informa el diario AS, es que la Federación de Marruecos está dispuesta a hacer un esfuerzo financiero significativo para atraer a Lamine Yamal a sus filas. El equipo magrebí tiene grandes planes para el futuro y ve en este talentoso futbolista de tan solo 16 años una pieza clave en su proyecto, con la mira puesta en el Mundial de 2030, al que podría llegar a los 23 años.
La posibilidad de representar a un país en un torneo de la magnitud de la Copa del Mundo es un sueño para cualquier futbolista, y Marruecos está dispuesto a hacer todo lo posible para hacer realidad ese sueño para Lamine Yamal. La cuestión ahora es si el joven delantero mantendrá su lealtad a su decisión inicial de jugar para la selección española o si las tentadoras ofertas del fútbol marroquí lograrán cambiar su opinión.
Hijo de padre marroquí y madre de Guinea Ecuatorial, Lamine Yamal nació el 13 de julio de 2007 en Esplugas de Llobregat, localidad de la comunidad autónoma de Cataluña. En abril pasado hizo historia al convertirse en el debutante más joven en disputar un partido de la liga española con la camiseta del FC Barcelona.
Con 15 años, 9 meses y 16 días, este mini crack fijó un nuevo récord de precocidad, siendo el futbolista más joven en jugar con el primer equipo del FC Barcelona en el siglo XXI. En el día de su debut, se situó en la banda izquierda y estuvo muy cerca de marcar un golazo tras un mano a mano.
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