Los pequeños botecitos de magia que Ole Gunnar Solskjaer tenía y que sacaba en ocasiones especiales parecen haberse agotado. Las pócimas que le convirtieron en héroe en el Camp Nou en 1999, y en salvador en el Parque de los Príncipes en 2019 y 2020 han llegado a su fin en el Manchester United tras la debacle del martes.
El noruego claudicó cuando el ‘ManU’ entregó la clasificación a octavos de final de la Champions League a un RB Leipzig mucho más despierto y organizado. Y según adelantan desde Alemania, el futuro de Solskjaer se podría cruzar nada menos que con el de Thomas Tuchel, con quien comparte grupo en el torneo europeo.
Según el medio ‘Bild’, el todavía técnico parisino termina contrato el próximo mes de junio y la tensión existente con la dirección deportiva, personada en Leonardo, aventura una renovación harto complicada.
Solskjaer también termina su vinculación con su actual equipo en junio y, a pesar de haber devuelto al United a la Champions tras la fenomenal racha final del curso pasado, no termina de convencer por completo a directiva y afición.
Solskjaer se había acostumbrado a salvar puntos casi por obra de magia. Cuando surgían los rumores, más que infundados, de un acercamiento entre la cúpula de Ed Woodward y Mauricio Pochettino, el noruego se encargaba de despejarlos con algún ‘truco’.
¿Goleada por 1-6 ante el Tottenham Hotspur? Sin problema. Goleada al Newcastle y triunfo en el Parque de los Príncipes.
¿Derrotas consecutivas ante Arsenal e Istanbul Basaksehir? Contraatacaba ganando cuatro partidos seguidos.
Pero esa ‘poción de la suerte se ha quedado sin dosis y con él se marchó la aureola de un Solskjaer cuyos problemas solo aumentarán ahora que ya no existe el bálsamo europeo y al que se le unirán los largos viajes y los partidos los jueves a partir de febrero, cuando arranquen los dieciseisavos de la Europa League. EFE
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