Ganaron un partido, pero los excesos en el festejo podrían traerle problemas legales, además del escándalo que ya generan sin que se compruebe nada hasta la fecha. Doce jugadores del Brann, equipo colero de la liga de Noruega, son acusados de un posible escándalo sexual en el campo de juego y vestuarios del estadio donde son locales.
Medios noruegos indicaron que varios jugadores del Brann, posiblemente doce, salieron a cenar luego de vencer a un equipo de Tercera División en un partido amistoso, y que luego la fiesta continuó con cervezas y mujeres, a las cuales invitaron al club.
La policía de Bergen, ciudad donde se presume ocurrió todo, indicó en un comunicado: “No hemos recibido denuncia alguna, pero basándonos en las informaciones recibidas y en nuestras propias pesquisas, creemos que hay base para investigar si ha ocurrido algo punible”.
Gunnar Floystad, inspector jefe, declaró en un diario local que hay indicios de que algo ocurrió, además que hay una persona agraviada y al menos un sospechoso: “Por el momento no hay detenciones”.
Vibeke Johannesen, directora general del club confirmó la indisciplina, pero no el escándalo de lo que algunos medios acusan: “Violaron las reglas internas (por la pandemia), han pedido disculpas y comprendido la gravedad de lo ocurrido, pero tenemos que seguir adelante. Ninguno será apartado. Ha sido un castigo suficiente lo que han pasado los últimos días”.
El Brann está en el último lugar de la tabla de posiciones y por el momento está descendiendo, lo que generó aún mucho más el fastidio de los hinchas, que ya esperan sanciones para los responsables.
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