Minuto 82. Bolivia vence 1-0 a Perú en La Paz. Los autoparlantes del Hernando Siles anuncian el ingreso de Nelson Cabrera. Con el resultado a favor, el técnico Guillermo Hoyos decide cerrar el partido con un hombre que le otorgue equilibrio defensivo. Lo que nunca imaginó el argentino es que ese cambio significaría una catástrofe para los altiplánicos.
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Los ocho minutos que jugó Cabrera ante Perú (13 en total con descuentos) le costaron a Bolivia una sanción por alineación indebida. Por la parte afectada, habría que preguntarse si valió la pena meter a un futbolista que hasta el minuto 94 tocó la pelota solo en cuatro oportunidades.
A los 82:10, Nelson Cabrera tuvo un cabezazo desviado tras un tiro libre a favor de Bolivia. El defensor no asomó más al arco de Perú y desde su puesto solo dio tres pases más: dos buenos y uno malo. Su trabajo pasó desapercibido, su presencia, no.
Que Cabrera haya pisado la cancha fue el inicio para que Perú gane en mesa los tres puntos que no pudo conseguir en La Paz. Y nada menos que con un 3-0 a favor que lo mantiene expectante en la tabla de posiciones.
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Si ante Perú el trabajo de Nelson Cabrera fue discreto, lo que hizo en Santiago fue peor. En el 0-0 que logró Bolivia ante Chile, el central de origen paraguayo jugó desde los 76 hasta los 97. Las estadísticas e imágenes coinciden en que no dio ningún pase.
Fueron barridas, rechazos a cualquier parte del Nacional y cero transcendencia. En esa fecha doble de Eliminatorias, Bolivia perdió en total cuatro puntos que hoy lo tienen prácticamente fuera del Mundial 2018.
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