Un genio para lo bueno y lo malo. Así podría resumirse la carrera de Ronaldinho. No se discute que dentro del campo haya sido un mago, un genio, el espectáculo hecho persona, el mejor. Sin embargo, cuando no estaba pisando el verde, su comportamiento era el de un jugador cualquiera.
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Esa es la conclusión que el mundo fútbol saca luego de ser testigo de las impactantes revelaciones de Lukian Araujo, un exdelantero brasileño y amigo del antiguo 10 del Barcelona que ha confesado en una entrevista para ESPN cómo eran las fiestas de 'Dinho'.
Un día Ronaldinho quiso celebrar a lo grande. En el momento en el que Lukian llegó, el brasileño no se encontraba en la casa, tenía entrenamiento con el Barcelona. Sin la presencia del dueño estuvieron varias horas, hasta que al final decidieron irse a una discoteca.
Pasaron allí el resto de la noche y cuando se iban, alrededor de las 5 de la mañana, aparecía Ronaldinho animando e incitando a continuar la fiesta en su casa. Tal eran sus juergas que Lukian se acuerda que un vigilante de seguridad le llego a confesar "Tengo una familia y este chico no se cansa".
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