Para un club de la Cuarta División de Inglaterra, ir a jugar a Anfield no es cosa de todos los días. Por eso, los futbolistas del modesto Plymouth Argyle salieron a la cancha decididos a dar el gran golpe contra el Liverpool.
Cada jugador del equipo del sudoeste de Inglaterra estaba dispuesto a dejar todo en el campo. Así terminen sin piernas al final de los 90 minutos. A Gary Miller, defensa central del Plymouth Argyle, jugarse la vida contra los 'reds' le costó caro.
A pesar de ir en el minuto 75 del partido, Gary Miller se elevó más que Divock Origi. Al zaguero de 29 años no le importó tener menos aire que el delantero rival. Igual, el escocés arriesgó todo con tal de alejar la pelota del área.
Aunque despejó el balón, Miller no midió su fuerza al momento de saltar. Tampoco tuvo control de su cuerpo cuando cayó. Precisamente, en ese movimiento, el defensa no se apoyó bien en el césped y se dobló la rodilla izquierda.
Gary Miller se cubrió el rostro, gesto recurrente de alguien que siente un dolor intenso, al mismo tiempo que veía su rodilla lastimada y fuera de lugar. Los médicos ingresaron rápido para atender al jugador del Plymouth Argyle.
La asistencia se tomó varios minutos para ayudar al jugador. Incluso, usaron un tanque de oxígeno para vuelva en sí. Así, Gary Miller dejó la cancha, pero encima de una camilla. La gente en Anfield se puso de pie y aplaudió a un héroe caído en batalla.
LEE TAMBIÉN...