Sporting Cristal reafirmó ante Atlético Nacional algunos aspectos que ha venido arrastrando en su campaña de Copa Libertadores, torneo en el que depende de un milagro para pasar de fase. Depor te pinta la cancha.
Sin equilibrio. Sporting Cristal no ha podido mantener una regularidad en todas sus líneas. Al margen del gol de penal, los celestes se mostraron sólidos en defensa, mientras el ataque careció de ideas. Contra Huracán ocurrió lo contrario. El equipo generó opciones de goles, tanto en Lima y Buenos Aires, pero atrás no la pasó bien.
Jorge Cazulo no es defensa. A pesar de sus ganas, el 'Piqui' no se adapta a la posición de zaguero. Incluso, a veces parece que olvidara de sus nuevas funciones. En la falta del penal de Nacional, no consigue cerrar el avance de Víctor Ibarbo, pese a tenerlo frente a frente y, lo peor, solo atinó a mirar el desenlace de las acciones en lugar de replegar.
No hay alternativas. El aporte de los jugadores que reemplazaron a algún titular tampoco ha sido suficiente. Ninguno le ha cambiado la cara al equipo. Ni cuando el rival estuvo con inferioridad numérica como sucedió con Huracán en Lima. Está claro que para el torneo local alcanza, pero afuera no.
No es fuerte de local. Es un mal que arrastra Sporting Cristal en su última participaciones en la Copa y que este año lo ratificó. Lo peor viene cuando el rival se pone adelante o logra el descuento. La desesperación se apodera del equipo y se empieza a cometer errores en los pases y en la definición.
Carlos Lobatón no es el de antes. El capitán de Sporting Cristal ha perdido la magia que hasta hace un año lo convertía en uno de los jugadores claves del plantel. En la idea de juego de Soso, que requiere de una transición rápida de balón, todavía no ha podido encajar. En otras tareas ofensivas, 'Loba' ha sido opacado por Horacio Calcaterra.
Esto piensan los jugadores de Atl. Nacional sobre Sporting Cristal
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