Lo que inicialmente parecía ser el partido bisagra para cambiar el rumbo en la Liga 1 Te Apuesto, terminó convirtiéndose en la peor pesadilla para Alianza Lima. A pesar de tomar la delantera en el marcador, los blanquiazules terminaron cayendo 2-1 ante Sporting Cristal en la jornada 7 del Torneo Apertura. Este resultado marcó su tercera derrota en el torneo, segunda consecutiva, dejándolos a siete puntos de los celestes, líderes del campeonato. Esta derrota prácticamente los deja con pocas posibilidades de ganar el primer título del año. En este contexto, Depor ha identificado tres razones que explican el difícil momento que se vive en Matute.
Los motivos se enlazan desde decisiones dirigenciales, principalmente lideradas por el director deportivo Bruno Marioni, pasando por los desaciertos e inconsistencias del entrenador Alejandro Restrepo y desembocando en el rendimiento del equipo. Ambas personas comparten la responsabilidad, ya que han presenciado desempeños discretos por parte de muchos de los refuerzos. Estos jugadores fueron contratados con la esperanza de revitalizar un equipo que busca volver a ser campeón nacional.
Hasta la fecha 7, Alianza Lima ha sufrido tres derrotas, lo que representa el 43% de los partidos disputados. Aunque en los restantes encuentros logró sumar tres puntos, incluyendo visitas difíciles a Sullana (Alianza Atlético) y Tarapoto (Unión Comercio), parte de las caídas fueron ante rivales directos como la ‘U’ y Sporting Cristal. Esta situación es preocupante si se aspira a conquistar el campeonato, ya que estos son adversarios directos en la lucha por el título.
Fecha | Resultado |
---|---|
1 | Alianza Lima 2-1 César Vallejo |
2 | Alianza Atlético 0-2 Alianza Lima |
3 | Alianza Lima 0-1 Universitario |
4 | Unión Comercio 1-3 Alianza Lima |
5 | Alianza Lima 5-1 Comerciantes Unidos |
6 | ADT 2-0 Alianza Lima |
7 | Alianza Lima 1-2 Sporting Cristal |
Poco funcionamiento
La decepción del hincha blanquiazul es evidente: Alianza Lima parece no tener un rumbo definido en el campo de juego. Desde la portería hasta el ataque, se percibe un desorden que afecta el rendimiento del equipo. La ausencia de Ángelo Campos, quien fue suspendido, dejó a Franco Saravia con la responsabilidad de resguardar el arco íntimo. Sin embargo, su falta de experiencia se hizo evidente en dos partidos donde perjudicó al equipo al ser expulsado frente a la ‘U’ y ADT, cometiendo errores similares por irresponsabilidad. Ante esta situación, se recurrió a Ángel de la Cruz, un joven de la cantera con ansias de gloria, pero que tampoco pudo resolver la situación satisfactoriamente. En siete jornadas, Alianza ha encajado ocho goles, promediando así un gol en contra por partido, lo que refleja la fragilidad defensiva del colectivo.
La renovación de la línea defensiva, que experimentó cambios significativos con respecto al 2023, tampoco ha traído la solución esperada. Tanto con una línea de tres como con una de cuatro, no se ha logrado consolidar un rendimiento sólido con jugadores como Jiovany Ramos, Juan Freytes, Renzo Garcés e inicialmente con Aldair Fuentes. La lesión de Yordi Vilchez ha generado un espacio en el equipo, la cual se decidió cubrir con Carlos Zambrano, quien debutó en el último partido contra Cristal mostrando evidentes signos de falta de ritmo, dado que no había jugado desde noviembre.
El mediocampo ha dejado una gran deuda. Con quienes Restrepo insistió más fue con Adrián Arregui y Sebastián Rodríguez. Del primero apenas se recuerda que vio la tarjeta roja en el clásico ante la ‘U’. Poco en la recuperación y aporta muy poco para darle salida al juego. ‘Bigote’ ya demostró su exquisita técnica con el balón, pero todavía no logra ser regular en los 90 minutos. Son por ahora chispazos. Además que el DT lo ha colocado muchas veces como el primer hombre de la volante, posición donde no se siente cómodo.
Dentro de la renovación del equipo para esta temporada, se hizo hincapié en la posición de extremo. Kevin Serna llegó a Matute tras dos destacadas temporadas en ADT, pero hasta el momento no ha logrado mostrar su mejor versión. En los encuentros clave contra la ‘U’, ADT y Cristal, su rendimiento ha sido irregular y le cuesta ser determinante en el campo. Además, aún no ha logrado marcar goles y sus errores con el balón son evidentes.
Por otro lado, Jhamir D’Arrigo también llegó generando expectativas, pero no muestra lo que hizo con Melgar. Con solo una asistencia firmada y ningún gol anotado, su contribución al equipo ha sido limitada. La falta de un desempeño destacado por parte de estos jugadores dificulta la capacidad del equipo para generar oportunidades de gol, especialmente cuando se cuenta con dos delanteros como Hernán Barcos y Cecilico Waterman.
Las dudas de Restrepo
Los primeros siete partidos bajo la dirección de Alejandro Restrepo han estado marcados por dos características singulares. En primer lugar, nunca ha repetido el mismo once titular, lo que refleja una búsqueda constante por encontrar el mejor equipo. En segundo lugar, ha hecho uso de un total de 22 futbolistas hasta la fecha, lo que demuestra una rotación significativa en la plantilla.
En lo que respecta al arco, se han presentado cambios debido a expulsiones, lo que ha llevado a utilizar a Franco Saravia y Ángel de la Cruz como alternativas. En cuanto al rendimiento defensivo, Aldair Fuentes fue titular hasta la fecha 3, pero después del clásico fue relegado al banco de suplentes. En su lugar, Renzo Garcés ocupó la posición, aunque a pesar de brindar cierta seguridad no ha demostrado ser el zaguero ideal para Alianza Lima. Jiovany Ramos y Juan Freytes son los jugadores que han mantenido una presencia constante en la línea defensiva hasta el momento.
Otra incertidumbre ha girado en torno al mediocampo. El técnico colombiano comenzó otorgándole confianza a Catriel Cabellos para ocupar esa zona junto a Arregui y Rodríguez, pero tampoco ha logrado convencer totalmente. Una de las alternativas ha sido probar con Jesús Castillo, aunque en una versión más discreta de su desempeño desde que llegó a Alianza. Asimismo, ha alternado con Gabriel Costa en una posición más libre en el mediocampo; no obstante, el exjugador de Colo Colo cada vez da más motivos para no estar en el once titular.
Al implementar su sistema con tres defensores, Restrepo confió la responsabilidad a Serna y D’Arrigo para desempeñarse como carrileros. Estos dos futbolistas destacan principalmente en los últimos metros del campo de juego; sin embargo, al tener que desempeñarse en una posición más retrasada, pierden espacio, tiempo y libertad para causar daño al rival. Además, no son jugadores con una gran vocación ni experiencia en labores defensivas, ya que suelen depender más de su velocidad para recuperar balones que de su habilidad en la marca. Anteriormente, antes de D’Arrigo, estaba Lagos, quien tenía un perfil más orientado hacia la defensa y menos propenso al desequilibrio en ataque.
Finalmente, la reconocida línea de tres defensores ha demostrado ser ineficaz ante equipos con una mayor predisposición ofensiva. En un 70% de los encuentros, Restrepo se vio obligado a replantear su estrategia y optar por una línea de cuatro en defensa. En situaciones de desventaja numérica, como ocurrió en el encuentro contra Cristal, fue aún más rápido en modificar su esquema táctico. A pesar de la inclusión de Zambrano, esta medida no dio los resultados esperados, ya que el gol del equipo celeste se produjo bajo dicha composición táctica.
Es evidente que el jugador panameño Ramos se siente más cómodo desempeñándose como lateral, mostrando un excelente desempeño en la fase ofensiva con sus subidas hasta los metros finales. Sin embargo, su rendimiento defensivo, al igual que el de Freytes, se ve afectado por dificultades en el retroceso. En resumen, la falta de jugadores adecuados para ejecutar este sistema táctico en Alianza Lima es notoria.
La inexperiencia rondando Matute
Después de la final del año pasado, Alianza Lima no perdió tiempo y a fines de noviembre anunció su nueva estructura deportiva. En un esfuerzo por avanzar, el club de La Victoria amplió y fortaleció su organigrama. En esta nueva etapa, se tomó la decisión de contratar a Bruno Marioni para encargarse de las decisiones puramente deportivas, siendo una de las más importantes la configuración del plantel para el 2024.
Llamó la atención que, a pesar del extenso currículum como futbolista y sus seis años de experiencia como director técnico con resultados poco destacados, se haya elegido a Marioni para un rol en el que no tenía experiencia previa. Además, su formación académica se limita a estudios en gestión deportiva. Esto resalta aún más porque recaerán sobre él las decisiones deportivas de un equipo que necesita imperativamente lograr el campeonato y tener un buen desempeño en la Copa Libertadores, contando además con uno de los mayores presupuestos entre los equipos peruanos.
Empecemos por sus aciertos. La nueva filosofía que quiso inyectar en Alianza Lima es que los futbolistas tengan un perfil para jugar en el club, alejados de los escándalos extradeportivos. Bajo este discurso, se dejó de contar con jugadores como Carlos Zambrano, decisión en la que recularon ante la necesidad de defensas. Asimismo, Marioni escogió a Alejandro Restrepo como entrenador, elección que por ahora está siendo cuestionada. ¿Cuánta responsabilidad tiene y qué otras opciones, además del colombiano, manejó para el cargo de entrenador? El tiempo dirá si fue un acierto o no su decisión.
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