Raúl Fernández firmó una temporada con Binacional. (Foto: Agencias)
Raúl Fernández firmó una temporada con Binacional. (Foto: Agencias)

no tiene más de seis meses en Juliaca pero existe un cariño entre el ‘1′ y la gente que parece de años. Quizás ese sea el impulso más fuerte para que él y el plantel, a pesar del drama que vivieron durante los últimos meses (con la suspensión perfecta de labores y la partida de algunos compañeros), continúen. Aquí la palabra del guardameta sobre el inicio de los trabajos con (ayer arrancaron), la llegada de Jean Deza, su etapa en la selección y el recuerdo de siempre: Universitario de Deportes.

Raúl, imagina que estamos 31 de julio del 2005. ¿Te acuerdas de esa fecha?

No me acuerdo (risas)…

Tu debut en Primera División contra Unión Huaral…

Ah...me acuerdo que entré en una jugada de tiro libre peligroso y eso es lo único que recuerdo. No lo tenía claro el día. Gracias, qué rápido pasó todo.

Te llevo a tu época en Dallas (estuvo entre 2013 y 2014), donde llegaste a jugar con la MLS All-Stars. ¿Cuánto te marcó ese partido?

Fue una experiencia única en realidad, tener el privilegio de jugar el partido de las estrellas y al lado de grandes figuras. Fue algo que me quedó marcado y, de verdad, guardado en mi corazón. No podía creer, en ese momento, que esté compartiendo camarín con gente de ese nivel.

Encima, en aquella fiesta que organiza la MLS, les tocó enfrentar a la Roma, que llegó con Totti y Pjanic...

En realidad cada partido de la MLS es una fiesta, es algo alucinante, tiene sus protocolos y están bien organizados. De verdad quedó como una bella experiencia.

Vamos a tu presente, donde la información que llegó de Binacional no fue de las mejores: la suspensión perfecta, la partida de algunos compañeros...¿Qué tan difíciles fueron estos meses?

En realidad no ha sido algo bonito, ha sido algo duro, algo que ha golpeado a nivel mundial en todos lados. Y nosotros no somos la excepción. Igual, el grupo se mantuvo unido, fuerte y ahora, como te decía antes de empezar la entrevista, hoy (ayer) fue el primer día de entrenamiento y eso también reconforta mucho. Honestamente uno extrañaba ponerse los guantes, la ropa de arquero o jugador, estar en una cancha de fútbol. Agradecido con Dios porque nos da un día más de vida y porque nos permite que estemos de nuevo haciendo lo que queremos y amamos.

¿Cómo ha sido volver a encontrarse con los compañeros, sobre todo por el trato que recibieron durante estos meses de la directiva?

El grupo más que nada se ha hecho fuerte, siempre mantuvo una comunicación. Ha sido muy grato vernos, saludarnos. Obviamente a una distancia, ya no se puede como antes pero contento porque nos volvemos a ver en el lugar que más amamos, donde practicamos, donde somos profesionales y donde nosotros nos sabemos desenvolver. Lo otro fue algo duro, que sí afectó pero como se dice, la unión hace la fuerza. Hemos estado fuertes, unidos y en estos momentos difíciles se vio un grupo muy decidido.

Se habló mucho sobre la llegada de Jean Deza, incluso tu excompañero Alexander Araujo se pronunció sobre el tema. ¿Cómo fue ese recibimiento?

En realidad nosotros no tenemos problemas con la gente que venga aquí a sumar, en realidad el tema no era a título personal con Jean. Si bien es cierto, se tomó mal el mensaje que quiso decir Araujo, estábamos sorprendidos porque estábamos en suspensión perfecta, no había dinero y que contraten era la sorpresa. Pero dejamos en claro que no era contra él ni contra los compañeros y colegas que lleguen al club. Al final el grupo lo recibe de buena manera. No estamos en contra de él ni nada por el estilo. El grupo lo recibió bien, como se merece y poco a poco le iremos demostrando que este grupo es sólido. Hoy (ayer) yo no lo vi por el tema de los protocolos (no todos entrenan en el mismo horario).

¿Hablaste con él (Jean Deza) por los últimos meses que vivió en Alianza Lima?, ¿le darías algún mensaje de cómo corregir algunos errores que cometió?

Como te dije, no he tenido la oportunidad de hablar con él ni de hablar mucho, nos separaron por grupos. En el que le tocó se le recibió de una gran manera y de ahí nada, no tuve mucho comunicación con él. No soy su papá, no soy nadie para hablarle. Todos somos profesionales, somos adultos y sabemos lo que tenemos que hacer.

¿Cómo los trata la gente en Juliaca?

Te hablo a título personal. Me hicieron sentir muy bien, muy querido. Eso a un jugador lo reconforta bastante. Cuando he salido a comprar he sentido el cariño de la gente, el apoyo. Es fundamental y eso me hace feliz. Como dices tú, son seis meses, hemos jugado pocos partidos pero poco a poco uno se va ganando el cariño de la gente de Juliaca. Yo estoy contento aquí, con la ciudad. Me siento un juliaqueño más. Estamos bien y con toda la familia aquí, mi esposa y mis hijos.

En los últimos días Aldair Rodríguez señaló que a partir de ahora la relación con la dirigencia no iba a ser la misma. ¿Estás de acuerdo con eso?

Seguro por el tema que pasamos. Obviamente eso sí incomoda y seguro la relación no será como la teníamos antes. En esta vida también hay que aprender a perdonar y a limar asperezas. Esto es así, nosotros somos aves de paso y no nos vamos a quedar toda la vida en esta institución y hay que ver cómo se mejora. Igual nosotros solamente nos encargaremos de hacer nuestro trabajo.

¿Cuál es la expectativa ahora con todo esto que viene en la Liga 1 (se juega en Lima) y el tema Copa Libertadores…?

Bueno, en realidad la intención es campeonar, estamos peleando los primeros puestos. Y en la Libertadores la idea es seguir luchando, clasificar a la siguiente fase. No es fácil pero los cuatro estamos con tres puntos, está reñido (vencieron a Sao Paulo en Juliaca y cayeron con River Plate en Buenos Aires). Esperemos seguir respetando nuestra localía en Juliaca, porque hay una pequeña ventaja que se logra acá en la altura. Tampoco vamos a querer tapar el sol con un dedo, porque es verdad que la altura afecta y bastante. Y aquí más. Eso se ha caracterizado en este equipo. Y en la Liga 1 hemos demostrado que en el llano también hemos sabido ganar y esperemos que ahora no sea la excepción.

Tú que siempre jugaste en el llano, te imaginaste jugar a cuatro mil metros de altura. ¿Cómo fueron tus primeros días?

Uno nunca sabe lo que va a pasar más adelante. Hoy estoy aquí y no imaginaba, y mañana no sé dónde Dios me abrirá las puertas. Pero si bien es cierto al comienzo afectó: son 3,800 metros de altura y se siente. Los primeros días me pegó bastante pero después uno se va adaptando. Y como les dije, me siento un juliaqueño más y aquí estoy.

En el 2011 te fuiste a Francia, compartiste equipo con David Ospina (arquero de la selección de Colombia). ¿Qué tal esa experiencia en el exterior?

Una bella experiencia. Uno va ilusionado para hacer bien las cosas y en una ciudad bella como Niza. En realidad uno se siente bien, agradable y en un lugar muy bonito. Luego se dio la experiencia de enfrentarme a mi compañero de equipo (en Eliminatorias); cuando llegaba la etapa de selección, nosotros siempre veníamos conversando durante la semana.

Por la Copa Francia, donde tuviste más minutos, llegaste hasta semifinales con Marsella...

Sí. En realidad, había tres campeonatos: Liga 1, que se jugaba cada fin de semana; la Copa de La Liga; y la Copa Francia. En la Copa de La Liga fuimos semifinalistas, y en la Copa Francia nos eliminó el Lyon, casi por la misma instancia. Fue una buena experiencia, un campeonato que me ayudó bastante para seguir siendo el arquero titular de la selección en ese tiempo y mantener el ritmo. Si bien es cierto, no como quería, pero hubo cosas que después fallaron por el tema que justo en el momento que yo llegaba, David Ospina iba a ser vendido y yo iba a ser el número uno. Luego por lesión, al final ya el club no lo pudo vender.

Fíjense en el tema de la Copa América 2011 de Argentina, que David no participó por una lesión y eso también perjudicó su venta. Yo ya pertenecía al club y sabía que después de la Copa América, tenía que incorporarme sí o sí al Niza. Entonces, ya no era algo para el equipo beneficioso porque tenía dos arqueros extranjeros, dos cupos y eso no ayudaba. El tema del cupo de extranjero jugó en contra mía. Obviamente, hoy por hoy, gastan más ese cupo en otra posición que de arquero.

Tuviste a Ricardo Gareca como DT en Universitario. ¿Te sorprendió que no te haya convocado, sobre todo porque venías de ser titular en el proceso con Sergio Markarián?

Al comienzo sí me sorprendió. Venía jugando los partidos de la selección y, bueno, no se comunicó ni habló. Me sorprendió bastante porque era el arquero que venía jugando. Pero después, cuando hablé con él (Ricardo Gareca), tuve una oportunidad después de tiempo, me dijo que solo vio los dos últimos partidos, que fueron contra Paraguay (amistoso en 2014), cuando estaba Pablo Bengoechea como entrenador y yo estuve lesionado.

Me lesioné y ya no pude jugar esos dos partidos. Él se quedó con esa imagen y de ahí siguió con Pedro (Gallese), que se lo ganó muy bien, y obviamente después ya no tenía espacio porque también mi rendimiento no era el adecuado para poder estar en la selección. Creo que los que están y estaban en ese momento se lo merecen porque están en buen nivel y lo van demostrando en sus clubes. Se lo tienen bien ganado. Uno hay que respetar. Si uno tiene el hambre y las ganas de volver, lo único que tiene que hacer es demostrarlo en la cancha con hechos y no palabras.

De tu paso por la ‘U’ de Gareca, en verano de 2008, llegó al club un ya muy experimentado Óscar Ibáñez. ¿Cómo fue esa competencia?

Cuando apenas llegó Óscar, yo dije “guau, ya nunca más vuelvo a jugar”. Y es que sé lo que es Óscar para la institución, para la ‘U', es un ídolo. Para mí también fue un ídolo desde chico. Cuando jugaba en menores de la ‘U', siempre uno mira al arquero de Primera y Óscar era uno de ellos. Para mí obviamente él llevaba la delantera porque era tricampeón, un gran referente a nivel Perú, arquero de la selección. Entonces dije guau, va a ser difícil pero acá estoy yo para pelear el puesto de igual a igual, con mucho respeto siempre, porque fue mi ídolo como arquero. Fue una persona que le dio mucho al club del que soy hincha y, olvídate, cómo no iba a estar en parte preocupado y feliz porque estaba jugando en mi puesto y compartiendo con un gran profesional.

Aprovechando que hablaste de tu paso por la ‘U’: ¿el 2009 fue definitivamente el mejor año de tu carrera?

En realidad tiene el plus que campeoné, eso quedó en la historia del club, la estrella 25; dónde se ganó, contra qué equipo se ganó la final. Ese es el plus que queda en la retina de los hinchas que estuvieron ahí, queda marcado, todo el mundo quedó fascinado, los hinchas de la ‘U’ obviamente. En realidad eso a uno le reconforta bastante, pero yo tuve varios años espectaculares cuando empecé a jugar, en el 2007, 2008, pero en el 2009 la trascendencia de ganarle al rival de toda la vida y encima campeonar, eso marca más.

Viviste algunas crisis en Universitario, comparado con lo que vives en Binacional, ¿cuál es más complicada?

En realidad yo no me pongo a pensar esas cosas. Yo vivo el presente, no vivo el pasado. Lo que me pasó ya quedó atrás, algo bueno aprendí. Uno siempre tiene que sacar lo mejor de lo malo. Es medio complicado y difícil, pero uno tiene que hacerlo. Ahora mi presente es Binacional.

Viví momentos inolvidables en la ‘U'. Viví momentos buenos y momentos malos pero mi presente es Binacional. Hemos pasado momentos duros, pero más que nada ha sido por el tema de la pandemia que ha afectado a todos. Y uno con mucha humildad, con mucho trabajo, siempre de la mano de Dios, esperando que salga lo mejor para el bienestar de uno, de la familia y el equipo. Así ha sido, nosotros hemos estado tranquilos, esperando. Ahora ya se cumplió el tiempo, hemos empezado a volver a entrenar y después que todo vaya por el conducto regular, que es el tema legal que lo ve la Agremiación.

¿Sientes que todavía tienes una revancha que cobrarte en la ‘U'?

¿Revancha? No lo tomo así. Yo confío en Dios y si él me abre las puertas para volver a la ‘U', amén, feliz porque soy hincha. Pero no pienso esto. No lo veo así. Ahorita está José (Carvallo) en un buen nivel y que tiene que estar ahí hasta el final. Es más, hasta que se retire y bien por la institución, bien por el club. Yo en realidad siguiendo mi carrera en donde me toque estar, en donde Dios me abra las puertas, yo soy feliz. Después, yo vivo del día a día. Mi presente es Binacional.

Ahorita mi pensamiento está en ponerme bien, en estar impecable y seguir manteniendo el nivel que he tenido en estos partidos con Binacional. Seguir ganándome la confianza del cuerpo técnico y los hinchas. Eso hace a un jugador feliz. El cariño que me hace sentir la gente de Juliaca me hace sentir feliz, a mi familia también y por eso estamos contentos en esta bella ciudad.

¿Te gustaron tus últimos meses en la ‘U'?

En realidad no fue como quise, pero hubo una mala interpretación de algunas cosas. Lo más importante es el club que cualquier nombre, eso siempre lo hemos tenido claro. Juegue quien juegue, lo más importante es que le vaya bien al club. En realidad no se dio como esperé, anduve en buen nivel en un comienzo, luego por una expulsión (frente a Ayacucho FC) no volví a jugar. Decisión del técnico (Nicolás Córdova) que hay que respetar, pero lo más importante para mí fue que el equipo levantara, conmigo o sin mí, eso fue lo más importante. Todos estuvimos unidos y empujando hacia un mismo lado que fue sacar a la ‘U’ de esa zona de descenso, que prácticamente todos nos daban en Segunda. Unimos fuerzas, empujamos hacia el mismo lado y sacamos todo adelante.

Por Renato Cárdenas y Eduardo Combe

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