La depresión es una enfermedad mental que afecta al 4.4 % de la población mundial, según los datos recogidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta marzo del año pasado. Esto, por supuesto, ha ido en aumento con el correr de los meses y es evidente que es un trastorno que no distingue estratos sociales, edad, religión ni profesión; sí, incluso en el fútbol hay personas que luchan día a día con este mal. Aunque no es el primer caso que se hace público en todo el mundo, la confesión que Brandon Palacios dio en una reciente entrevista marca un precedente en la Liga 1 Te Apuesto e invita a que todos los que participamos dentro de este deporte, reflexionemos.
El futbolista de Sport Boys conversó con el programa Cojo y Manco, donde reveló que desde el 2020 sufre de una depresión de la que no puede salir por diversas razones. Todo comenzó durante las primeras semanas de la pandemia del COVID-19, cuando el mundo se paralizó y por ende el fútbol tuvo que esperar para que la pelota empiece a rodar. Por aquellos días él había firmado por Cusco FC y desde entonces sucedieron muchas cosas dentro de su vida que lo llevaron hasta un punto de desmotivación total.
“Fue terrible, me distancié, me peleé con mi mujer. Fue complicado, no había nada que hacer y no podíamos salir. No jugaba, nos hacían trabajos y yo no los hacía, no tenía cabeza para hacerlos. Entré en una depresión fuerte, no quería absolutamente nada. No he salido, pero lo manejo, es difícil”, relató el futbolista de 25 años, que aquella temporada disputó 14 partidos y anotó un gol.
Palacios recordó que el año pasado, cuando militó en Deportivo Binacional y tuvo que vivir en Juliaca, también pasó por un cuadro similar. A pesar de que con el ‘Poderoso del Sur’ jugó la mejor temporada de su carrera, marcando 11 goles y sirviendo 5 asistencias en 34 partidos –más allá del descenso del club–, esta terrible enfermedad lo continuó persiguiendo.
“Se me juntaron muchas cosas: separarme de mi mujer, no jugar, que me vaya mal, pandemia, familiares que se morían, la pandemia. Hasta el sol de hoy lo mantengo, pero lo manejo. Ahora me puedes ver, me sientes normal, pero por dentro sí hay momentos que me choca. El año pasado me chocó en Juliaca”, afirmó.
Brandon confesó además que hasta ahora no se atreve a pedir ayuda psicológica, por más que sus amigos más cercanos le han insistido que lo haga. “No he pedido ayuda, no he hablado con un psicólogo tampoco. Normalmente me encierro en un mundo en el que me gusta estar, en mi computadora. Pasó mi tiempo. Ahora que estoy tranquilo con mi mujer, salir, ir al cine, pasar tiempo con mi hija”, acotó.
La principal razón para que el exjugador de Sporting Cristal haya decidido asumir esta enfermedad por su cuenta, es el temor a que durante el tratamiento la situación empeore o descubra cosas de sí mismo que le hagan más daño. En esa misma línea, confesó que su padre, el querido Roberto ‘Chorri’ Palacios, no sabe a ciencia cierta por lo que está pasando, por más que sí le comentó algunos detalles de su día a día. Es difícil para él asumir eso y compartirlo con sus seres queridos.
“Sé que necesito ayuda, me cuesta dar el primer paso. No lo he comentado mucho con mi mujer, no quiero cargarla, pero sí lo he comentado con varios amigos. No le he dicho a mi papá, se lo he comentado, pero no. No me animo a dar ese paso, me cuesta. Yo siento miedo de lo que pueda pasar, a cómo me pueda sentir yo. No lo sé, porque no es que me sienta mal ahora, pero hay momentos en los que me bajo, en los que simplemente me meto a bañar y chorreó. Salgo y estoy normal”, añadió.
Su depresión y cómo lo sobrelleva en el fútbol
Volviendo al tema de ir al psicólogo, Brando Palacios continuó afirmando las razones de su negativa para acudir a pedir ayuda profesional. “Siento que si yo me voy a hablar con esa persona (psicólogo), porque esas personas te ayudan bastante, a liberar cosas que ni siquiera tú te das cuenta, tengo miedo de que me choquen más o me pueda ayudar. Ese es mi temor”, apuntó.
Finalmente, el mediocampista de la ‘Misilera’ aterrizó su situación a su día a día en los entrenamientos, en donde se exige demasiado e, incluso, un pase mal dado puede desencadenar en su interior miles de interrogantes. Eso sí, sostuvo que en los partidos oficiales no le ha pasado aún, pero que es una lucha interna por sentir que no puede fallar, buscar ser el mejor y que sus errores en el terreno de juego se den cada vez menos, sino puede llegar a desesperarse.
“A veces me choca, por lo que no me gusta fallar pases, no me gusta que me salgan mal los entrenamientos. Cuando pasa eso, me meto en un mini círculo de depresión, me cierro y a veces no me salen las cosas. Más que todo en los entrenamientos, en los partidos no me ha pasado. Tiene que ser más fuerte para que me pueda pasar dentro del campo, sentir que no me sale nada. En los partidos sé que puedo fallar, sé que nadie es perfecto, pero que me pasen muchas veces, me desespero”, sentenció.
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