No se quedaron callados y hacen un alto a la violencia en el fútbol peruano. Horas después del partido por el Torneo Clausura, Melgar de Arequipa se pronunció en un comunicado, con respecto a los actos de racismo hacia Kevin Quevedo, en el estadio Monumental de Ate. El partido y el resultado quedan de lado, cuando en pleno siglo XXI continúan este tipo de acciones que deben acabar cuando antes.
El conjunto arequipeño suscribió en sus redes sociales que “rechaza los actos y expresiones racistas acontecidas en el Estadio Monumental contra nuestros jugadores durante los primeros minutos del segundo tiempo del partido que disputamos contra Universitario de Deportes”.
“Del mismo modo, lamentamos que el espectáculo deportivo fuera manchado por acciones que atenten la dignidad de las personas. Exigimos a las autoridades correspondientes a identificar a los responsables de estos hechos y a las instituciones responsables por permitir estos actos discriminatorios”.
Asimismo, el cuadro rojinegro reafirmó “la lucha contra todo tipo de actos discriminatorios y exigimos que los espectáculos deportivos se realicen sin incidentes racistas”. Ahora, esperemos que este acto sea el último que veamos en un campo de fútbol. Todos tenemos que predicar con el buen ejemplo.
El juego entre Universitario y Melgar tuvo una pausa de poco más de cinco minutos, debido a una emergencia con un espectador en la tribuna sur. Mientras se daba atención a la persona para estabilizarla, Horacio Orzán dio cuenta al árbitro que a Kevin Quevedo le habían lanzado un plátano desde la tribuna.
Las cámaras de TV captaron el momento en el que el mediocampista argentino insistió en comunicarle lo sucedido al juez del compromiso. Incluso, segundo después, Orzán le entregó la fruta como prueba. Tras ello, por el altoparlante del estadio Monumental, se anunció que, de repetirse el acto, el partido se cancelaría.
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