Si un jugadores terminar como goleador al final de una temporada, lo normal seria que para el siguiente año cambie de club: juegue en uno más 'bravo' o, en el mejor de los casos, dé el salto al extranjero. Pero, también cabe la posibilidad que le mejoren las condiciones y se quede.
En el torneo local, pocos han sido los jugadores que siguieron fieles a sus clubes después de ser máximos artilleros. De hecho, si hacemos un repaso (desde 1998), podemos nombrar a Luis Alberto Bonett (Sporting Cristal), Miguel Mostto (Cienciano), Héber Arriola (San Martín), Luis Tejada (Juan Aurich) y Raúl Ruidíaz (Universitario).
No obstante, hubo otros casos, siempre tomando como referencia el fútbol peruano, en el que futbolistas cambiaron de piel y se fueron al rival eterno. Como Eduardo Esidio, máximo artillero de la 'U' en el 2000. El brasileño reforzó a Alianza Lima en el 2001.
Para otros, Perú fue una especia de trampolín. De hecho, Ysrael Zúñiga, goleador con Melgar en el 99, se fue a Inglaterra para jugar por el Coventry City. Miguel Mostto también partió al fútbol inglés, pero vistió la camiseta del Barnsley. Sin ir muy lejos, Andy Pando pasó de Real Garcilaso a Las Palmas de España.
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