Le costó entenderlo, pero el resultado le da la razón. Sporting Cristal sacó un triunfazo ante Juan Aurich en Chiclayo, gracias a cambios importantes que realizó Mariano Soso en el once. No solo fue cambio de nombres, también de posiciones y de sistema que le regalaron un 3-0 contundente para calmar la bronca de sus hinchas.
Pero ¿Qué hizo Soso en el equipo rimense para que vuelva a ser la máquina arrolladora del 2015? Volvió a la simpleza y a entender que los resultados son frutos de las acciones, el buen juego y, sobre todo, los goles que en la Copa Libertadores y la primera parte del torneo local le fueron esquivos. Depor analizó al equipo celeste.
1. Solidez defensiva El primer gran cambio en Sporting Cristal fue la inclusión de Luis Abram por Jorge Cazulo en la defensa. El joven zaguero se complementó bien con Alberto Rodríguez y demostraron solvencia. Esa que le fue esquiva al equipo en el certamen internacional, pero que ante Juan Aurich sobró.
2. A su lugar natural Y la salida de Cazulo de la defensa le permitió tener chance en el lugar que mejor le acomoda: como volante central. El despliegue del uruguayo-peruano le dio mucha mayor intensidad a la medular celeste que cortó los circuitos del cuadro local. El hincha es el más feliz con ver de nuevo al 'Piqui' en la zona donde brilló por mucho tiempo.
3. Los mixtos fueron mixtos El cambio de Cazulo fue fundamental tanto para defender, como ya se explicó, como para atacar. Porque Josepmir Ballón y Horacio Calcaterra volvieron a ser complementos para quitar y generar. Ambos jugadores tienen visión de juego y desdoble, por lo que haberle restado funciones de marca le permitió a Sporting Cristal sumar más jugadores para atacar. 'Barrabas' anotó y Calcaterra se lució.
4. Sin '10' hay paraíso La ausencia obligada de Carlos Lobatón por lesión permitió el ingreso de Alfredo Ramúa, pero al mismo tiempo el cambio de sistema. Soso dejó atrás el 4-5-1 con un generador de fútbol y volvió al 4-3-3 con dos extremos bien marcados (Ávila y el 'Chapu') y un punta como Succar. Sin '10', la lateralización del juego se hizo de forma natural y con ello la mayor posesión del mismo. También las triangulaciones y los goles.
5. Continuidad de ideas Pero dentro de tantos cambios, hubo algo que no varió: seguir insistiendo con Irven Ávila como extremo y Alexander Succar de '9'. EL juvenil atacante no anotó, pero tácticamente estuvo impecable: en el segundo gol jaló la marca y permitió el ingreso libre de Sandoval para que marque de cabeza.
Andrés Mendoza fue bañado en harina por su cumpleaños.
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