Un año en el humilde Deportivo Llacuabamba bastó para que Alex Valera diera el salto a Universitario, un grande del fútbol peruano. No era el jale estrella ni el llamado a ser el principal ‘killer’ del cuadro crema, pero con esfuerzo, y sobre todo goles, logró ganarse el puesto. Y no solo se convirtió en el ‘hombre gol’ de la ‘U’, sino que comenzó a ser convocado a la Selección Peruana. El sueño de ser futbolista profesional empezó a hacerse realidad.
Y al tener más miradas puestas sobre él, también se hizo inevitable que el hincha lo empezará a conocer más. Al principio se le veía callado, hablando con goles, que era lo importante, pero poco a poco fue aflorando su personalidad. Un ‘9′ aguerrido, que no dudaba en dejar todo en la cancha por Universitario. Se fue metiendo al corazón de la ‘12′ crema.
Sin embargo, en un momento, Alex Valera comenzó a confundir la actitud con la agresividad. La primera muestra fue en ese partido contra Barcelona de Guayaquil el año pasado, en la Copa Libertadores, en que fue expulsado por un intercambio de golpes con un rival. Por esa expulsión no pudo jugar en el arranque de la presente Copa Sudamericana. Normal, tuvo ímpetu y no ‘arrugó’. Son cosas que se dan.
En el año no vio más rojas. Ni con Universitario ni con Al Fateh. Fue a su retorno de Arabia este año en que ese romance tóxico con las expulsiones empezó a florecer. Luego de lo que se había visto en la cancha con sus clubes y la Selección Peruana, nadie podía cuestionar su personalidad y carácter en la cancha (más allá del resultado final del repechaje, hay que tenerlos bien puestos para pedir patear el penal que te puede dar el pase a un Mundial). Pero parece estar cruzando esa barrera entre lo que piensa que es ‘garra’ y/o actitud, con la violencia y la irresponsabilidad.
Alex Valera no es más juvenil. Es el delantero titular de Universitario y usual convocado a la Selección Peruana. La inexperiencia no es más una excusa. Ante Municipal, en un partido controlado, vio una roja innecesaria y, no contento con eso, arremetió contra el árbitro luego del partido en unas polémicas declaraciones. La sacó barata al recibir solo una fecha de castigo. En su regreso, vio una roja frente Sport Boys, en la que pudo ser una tarde soñada –había anotado un ‘hat-trick’– en otro partido que ya estaba cerrado, y nuevamente por una reacción innecesaria, ‘pisando el palito’ y confundiendo el temperamento con la insensatez.
Ante Corinthians, una barrida temeraria lejos de su área le costó su tercera roja del año. Es difícil entender el motivo. ¿Hacerse sentir? ¿Dar una ‘chiquita’? ¿O acaso fue sin querer? Hasta para el más hincha del juego de Alex Valera es complicado defender la actitud del delantero.
Con el camino que ha recorrido Alex Valera, no hay necesidad de darle consejos ni señalarle qué hizo mal. Es evidente cuál es el tema y suponemos que está rodeado de gente suficientemente capaz que enderece su camino y trabaje en ese ‘genio’ que no solo lo perjudica a él, sino al club. Porque las expulsiones anteriores fueron en partidos resueltos, pero el martes ante Corinthians, su expulsión influyó directamente en el resultado. Además, deja a Universitario sin su delantero titular para el partido de vuelta, el próximo martes en el Monumental.
Alex Valera es el mejor delantero peruano en la Liga 1 Betsson. Va a seguir siendo llamado –merecidamente– a la Selección Peruana y pocos pueden cuestionar su efectividad frente al arco. Tiene la personalidad, pero esta no puede ser un freno para su carrera. Hay que trabajar en eso, y si es clínicamente nadie tiene por qué sonrojarse, es lo normal en todo club del mundo. Está en él y en el cuadro crema resolver lo que haya que resolver. La ‘U’ lo necesita entero, de la cabeza a los pies.